Palabras de nieve sobre las montañas leonesas
A todos los montañeses que contemplan la belleza de la nieve, pero sufren
también sus inconvenientes, porque tienen que seguir espalando...
Lago de Omaña (Foto: Miguel de Omaña) |
A la caída de la tarde comienza a nevar con fuerza. Ahora caen falampos, grandes copos de nieve, suaves, silenciosos, que dificultan la visión del paisaje. La nieve es seca, fallusca, así que se avecina una buena nevada. No es el momento de seguir albentestate, hay que recogerse en casa al amor de la lumbre, teniendo cuidado de que la excesiva cercanía no provoque cabritas en las piernas o de que se esture la ropa o le salgan raposas.
Hay que trancar bien puertas y ventanas para que no entre la cirria por las rendijas y preparar todos los achiperres necesarios por si
durante algún tiempo no se puede salir de casa. Ya una buena leña, con tueros, cepas de urces… está
cerca de la fornigüela para atizar la cocina. Ya la matanza del sanmartino, curada o ensareada,
está colgada de los varales de la cocina
vieja o de curar. Ya cerca del puchero están preparadas las patatas para
los cachelos, las habas rajonas, las berzas... y también el llosco, la
androya, el tocino… para la ración.Ya está prevista la comida
para los gochos y los fiacos (fuyacos) para las ovejas… Y, por si
acaso, para añadir a la cama, un cobertor de pura lana del Val (de San Lorenzo), blanco como la
nieve, con una nota de color en los extremos en forma de raya roja o verde.
Cuando
a la mañana siguiente se mira por la ventana, se ve que todo está cubierto por una
nevada de varios centímetros, a veces una auténtica nevadona. Ha caído una tangada de nieve. El paisaje
parece que se ha cubierto también con ese cobertor de lana con que nos abrigamos en
la cama, pero su blanco es más restroluciente.
Santuario de Pandorado. (Foto: Miguel de Omaña) |
La nieve cubre las madreñas y no se puede
salir con ellas a la calle, porque quedarían atolladas y enturadas en la nieve. Hay que
armarse de botas y de pala y, espalando (espaliando), ir abriendo una buelga, un estrecho sendero donde quepan
nuestras madreñas, para poder afullancar a través de la nieve y así salir
al exterior o comunicar las distintas
estancias del corral.
Si
los días siguientes están blandos, la nieve se va poniendo trapazona o champa. Eso anuncia que pronto se derretirá y comenzará el desnevio. Pero si
son muy fríos y caen fuertes pelonas, la nieve permanecerá mucho tiempo en los neveiros o ñeveiros de los altos y en los lugares más bajos en que se formaron trabes, trabancos o cirrias. La nieve se pone nidia en los resbaletes y resetinas que se forman por las calles y los tejados se
adornan con grandes y transparentes carámbanos, carambiellos o chupiteles que
reverberan al sol. Algún cachín será desprendido de los tejados para ser llevado a la boca de un niño que lo chupa con fruición, como si se tratará del más sabroso helado. Y helado sí está, pero helado no es...
Si la pelona se
acompaña de bufina del norte, la friura arfía la cara y nos pueden aparecer empiñas. Hay que protegerse con una buena bufanda o con los
mantones o tapabocas de otra época. Tampoco sobran unos buenos
calcetines de lana natural tejidos en casa con las subinas…ni unas
amorosas y afelpadas zapatillas embutidas en los chanclos o las madreñas.
Cuando
la nieve está muy seca hay que
enterrentar la fallusca para que desaparezca antes, pues con la
tierra encima se derrite más rápidamente. Los que no tienen miedo al frío
aprovechan para apellocar con bolas de nieve, los pellucos, bien apretadas con las
manos… Manos que se quedan entumecidas por el frío, que se combate echándoles
el aliento.
Paladín (foto: Adolfo Rodríguez) |
La nieve
presagia siempre un buen año. Ya lo dice el refranero popular: Cuando en
diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar. Buena es la
nieve, si en enero viene. Con nieve en enero, no hay año
austero. Con nieve en enero no hay año
fulero.
Que se consuelen aquellos para los que la nieve, además de fuente de agua, es fuente de problemas...
Que se consuelen aquellos para los que la nieve, además de fuente de agua, es fuente de problemas...
Año de nieves, año de
bienes...
Más léxico leonés en el libro: El habla tradicional de la Omaña Baja de Margarita Álvarez Rodríguez.
Y en este vídeo: El habla de Omaña.
Más léxico leonés en el libro: El habla tradicional de la Omaña Baja de Margarita Álvarez Rodríguez.
Y en este vídeo: El habla de Omaña.