viernes, 22 de septiembre de 2023

Llega don Otoño

 



Desde Paladín mirando a Andarraso y al valle de Samario


            Llega don Otoño

            con luz sosegada

            y acoge la vida

            entre su nostalgia.

            Los días se acortan,

            se serena el alma,

            natura nos  trae

            oro en las  miradas.

            Las hojas aladas

            en las ramas danzan

            y buscan amores

            envueltos en magia.

            Otoño  las viste

            de oro y escarlata,

            y sustenta su vuelo

            en sedosa capa.

            Las mira con mimo,

            las besa con calma

            y con el rocío

            les unge las caras.

            Las hojas se sienten

            por Otoño amadas

            y se van con él

            a buscar su patria.

            Emprenden  camino

            por sendas soñadas

            hasta su destino...

            ¡su querida Omaña!


©Margarita Álvarez Rodríguez

23 de septiembre de 2023

Río Omaña a su paso por Paladín

La Peñona de La Utrera


Carretera entre La Garandilla y La Utrera


Las fotos son de final de octubre de 2022



lunes, 18 de septiembre de 2023

Reseña del poemario "Imaginación y vida", de María José Prieto

 


María José Prieto es doctora  en Filosofía y Ciencias de la Educación y catedrática de Lengua  y Literatura de IES. Es autora de una nutrida obra narrativa (novelas y relatos),  de poesía y de obras de investigación.

Imaginación y vida  es  el título de este poemario de María José Prieto, un título que es un acierto,  porque cuando buceamos en sus páginas y versos nos encontramos justamente con eso: con el tratamiento de  los grandes temas que llenan de sentimiento y vivencias  nuestras vidas y también con un mundo de imaginación en que la autora se eleva sobre la realidad o más allá de ella y nos presenta mundos y personajes que forman parte del ámbito de la imaginación o de la fantasía.

Sus poemas van acompañados de un  prólogo, del periodista leonés, escritor y profesor Manuel Cuenya, y de las ilustraciones muy coloristas que son reproducciones de cuadros pintados por la propia autora, artista polivalente, que también maneja bien los pinceles.

En este poemario María José nos habla de las grandes preocupaciones que envuelven al ser humano y que tienen carácter universal, como bien lo señala en el poema Era el mismo que abre el poemario.  Son preocupaciones que superan las épocas, los grandes y pequeños personajes, porque el  humano es el mismo: Me volví / pero era el mismo / todos juntos en única esencia humana.

Uno de los temas más repetidos a lo largo del poemario es la nostalgia del pasado que se va entreverando con la preocupación por el paso del tiempo. La niñez y la adolescencia aparecen  en varios poemas, épocas presentadas como un “verano azul” al que le gustaría volver a la autora. Un tiempo que ya no está, lleno de añoranza de la vida feliz, de paraíso de ilusiones en el pueblo,  a la que quisiera volver: Por eso vuelvo a ese pueblo / donde todo me traslada /  a otros cielos más celestes /  y me siento transportada. / En su tercera edad la niña que fui / vuelve en el ocaso de la vida. Lo mismo añora su adolescencia época de ilusiones  de luces y de colores.

En el marco de esa nostalgia del pasado tiene gran presencia la familia desaparecida: la abuela (abuelita de oro / y dulzura de cuento), el padre (eterna sonrisa, eterna bondad / infinito aliento), la madre. A  la madre le  dedica varios poemas. En algunos la recuerda en su ancianidad marchita. En otros, en cambio, nos trae la imagen de una madre joven en un mundo natural de fantasía y, en contraste, vemos cómo se va ajando su figura y cambiando su carácter: Sus manos poco a poco / parecían huesos de cadáver / su risa se trocó en mueca malhumorada.  En algunos poemas la evoca en la vida celestial a la espera del reencuentro: Espéranos en la vida / que nunca, nunca acaba.

Unido a la añoranza del pasado aparece el tema del tempus fugit, el paso del tiempo que va cambiando todo. El tiempo es un caudal desatado, afirma. Bastaría fijarse en el título de muchos poemas: Declinar de la vida, Los veranos pasan,  Otro año, Recuerdos y vida, Busco tus recuerdosBusco tus recuerdos / de oro viejo / en el tiempo / que se va y deja su huella / en los rostros, las encinas / en el valle. El paso del tiempo lleva también a percibir la inconsistencia de la vida que refleja en el poema titulado La vida es un sueño: Parece que la vida ha sido un sueño, / un sueño de nostalgia y raudo aliento…

El otro gran tema del poemario es la temática religiosa, que suele estar presente en todas las obras de María José Prieto y nos presenta un mundo trascendente al que aspira a llegar. Aparecen poemas que por contenido y forma son auténticos villancicos navideños y dos bellos sonetos: Cristo en la cruz y Jesús, amor, que nos recuerdan un poco algunos sonetos religiosos de Lope de Vega por el sentimiento de arrepentimiento: Mírame, Señor, desde el duro trono / y mira con fulgor enardecido / al hermano que espera tu piedad…  Y versos  como estos, por su ritmo y temática, son hermosos villancicos: En la estatua inerme / de nuestro Belén / un niño suspira / de flores y miel…

Al lado de la añoranza  que produce el paso del tiempo y que es seguramente el tema nuclear de la obra, aparecen otros. Hay algunos poemas que reflejan temas sociales como la indigencia,  el machismo, las agresiones al medioambiente, evocaciones de personajes históricos, referencias a la mitología, alusiones a la pandemia. Y en su obra, dada la gran creatividad que tiene la autora, no podía faltar tampoco la alusión a la propia creatividad literaria. En los poemas  titulados Letras creadoras AEIOU y Libros y Libros II

El tratamiento de estos temas es la parte del poemario que acogería la palabra Vida del título. Pero, a las preocupaciones de la vida cotidiana y sentimientos que generan, la autora une la imaginación que sobrevuela muchos poemas. Muchos poemas están llenos de fantasía y nos presentan una Arcadia feliz que contrasta con las preocupaciones anteriores. Lugares llenos de colorido, de fragancias, de brisas agradables. Y especialmente personajes imaginarios, maravillosos, tomados de la mitología, de las leyendas. Así, las hadas, los gnomos, los duendes, los genios, las sirenas, los troles, las ondinas, las ninfas… asoman entre los versos de sus poemas y ponen la nota de color, de imaginación, de alegría y de vida: hadas con corona de plata y vara mágica (…) claro antídoto para los sueños lúgubres. Este mundo de fantasía, próximo a los cuentos tradicionales también tiene presencia en otras obras de María José Prieto, especialmente en los relatos de  su libro: Ráfagas de fantasía, historia  y misterio. En el soneto La nieve aparecen también las hadas para dulcificar una ambientación invernal. Estos personajes añaden una cierta ternura  y restan carácter sombrío a algunos de los temas tratados por la autora.

Los poemas de este poemario tienen ritmos muy variados que van de los endecasílabos de los sonetos (de tema religioso, a la catedral de León…) al verso octosílabo y hexasílabo y los versos libres.  Además, consigue el ritmo poético con rimas consonantes y asonantes, con cierta frecuencia de  agudas,  y con esquemas sintácticos repetitivos como el paralelismo. Utiliza también bellas metáforas y símbolos y otros procedimientos retóricos como la paradoja: el río platea con su líquido linfático, ciega claridad… El lector podrá captar la belleza del lenguaje poético cuando se adentre en los versos de este poemario.

Para concluir,  se puede decir que la autora pone en nuestras manos un poemario de vida, de alegría. No en vano, lo cierra con un soneto titulado así, Alegría, del que tomo el segundo terceto: Quisiera estar alegre todo el día, / lo mismo en invierno que en verano, / siempre con fantasías endulzadas. Y es que, aunque a veces los colores adopten tonos  oscuros, al final siempre predominan los colores de vida: Verde vida, siempre verde.  La imagen de un caballo blanco  que galopa (reproducción de una pintura de la propia autora),  que cierra el poemario, no podía ser mejor símbolo de vida y de belleza poética y pictórica.  Y también de vida.




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La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.