jueves, 29 de diciembre de 2022

Palabras hilvanadas. El lenguaje del menosprecio, por Francis Pachá

Esta reseña sobre Palabras hilvanadas. El lenguaje del menosprecio  ha  sido escrita por Francis Pachá, periodista del diario El País. 




Libro: Palabras hilvanadas. El lenguaje del menosprecio

Autora:  Margarita Álvarez Rodríguez

Libro de divulgación en el campo de la Sociolingüística


Un hilván es algo capaz de unir una o varias piezas a través de un recorrido que mezcla la labilidad de cada puntada, la soltura de cada tramo de hilo y la durabilidad de la unión de lo que cose.

Este libro es precisamente eso: ese todo en el que el hilván, con delicadeza y sin que se note, permite al lector saltar de una palabra a otra sin apenas percatarse de que, cuanto más se adentra en la lectura, más real es ese todo lingüístico en el que hasta ahora no había caído y que, sin embargo, está ahí desde que es dueño del lenguaje y prestidigitador del mismo a través del uso y reuso de expresiones, frases hechas y modismos. Eso ocurre porque el hilván, en realidad, no es otra cosa que el talento de Margarita para, no dando puntada sin hilo, iluminar más allá de los límites de nuestro lenguaje propio y, por ende, parafraseando a Wittgenstein, los de nuestro propio mundo.


Palabras hilvanadas descubre, precisamente, un mundo. Hecho de palabras, sí, pero sobre todo de cultura, de costumbres, de infancia y crecimiento, de enseñanza, de transmisión oral, a veces local, a veces global. E hilvana piezas muy diferentes, que van de la escatología al movimiento o el entretenimiento, pasando por expresiones relacionadas con los cuatro elementos, la religión, animales, sexo, vestimenta y vivienda, cocina y alimentación, etnia y origen, el color o el campo. Cualquiera pensaría que, con telas tan diferentes, podría salir un patchwork igual de despiezado que de colorido. Pero no. Sale un todo uniforme en el que no se notan los retales, ni las costuras, ni los pliegues y que, más que color, arroja luz. Detrás está una sastra capaz de elaborar, sorprendentemente, un traje a medida que le vale a cualquiera.

Quizá porque soy un romántico sobre mi infancia y mi juventud, veo en el capítulo inicial y en el final una conexión directa con Margarita. El primero, sobre el lenguaje y la literatura, las dos materias que como profesora me enseñó, me aclaró y me llevó a amar, convirtiendo al primero en la herramienta de mi trabajo y a la segunda, en la materia de mis sueños y de mis ensoñaciones. El que sirve de cierre, sobre las gracias y la gratitud: ella deshilvana ambos conceptos para agradecer al lector su atención y yo estoy convencido de que, tras disfrutar el libro -que, como pocos, se puede empezar o terminar por donde se quiera y retomar cuando se desee-, cualquiera le agradecerá a ella su ingente, impecable y tan necesario trabajo. 

 Francis Pachá

Foto de portada: Teresa Álvarez



Francis Pachá en una de las presentaciones 
de mi libro "Palabras hilvanadas".


                        Francis Pachá lee un pasaje de mi libro sobre el lenguaje escatológico

jueves, 22 de diciembre de 2022

Romancillo invernal

 

Río Omaña (León). Foto: MAR


El señor  Invierno

aquí va llegando,

con  cara de anciano

y cabello  blanco.

Se viste con guantes

y gorra de paño,

bufanda de lana

y grueso tabardo.

Y unas buenas botas

que eviten el barro

y que le permitan

andar por los charcos.

Su nariz se enfría,

se le hielan las manos,

y  le tiembla el cuerpo

al ir caminando.

Pero, aun aterido,

y con pies cansados

camina sin pausa

como viento alado.

Desnuda los árboles,

que están tiritando,

y cubre los picos

con un manto blanco.

Le gusta  la noche,

y allí, agazapado,

cubre con   helada

campos y tejados.

Durante tres meses

aparece a diario,

de día y de noche,

y siempre abrigado.

Camina y camina

hasta el mes de marzo,

en que  Primavera

ya le sale al paso.

Le quita la gorra,

le quita el tabardo…

¡Se siente desnudo!

¡Y sale pitando!


© Margarita Álvarez Rodríguez

lunes, 19 de diciembre de 2022

Silencios y ecos

 

La vida está llena de ruidos, pero, entre los ruidos, también percibimos, a veces, la voz del silencio. Hay distintos silencios. Hay silencios aburridos,  hay silencios reflexivos,  hay silencios inquietantes... Hay silencios de asombro, de esos que dejan sin palabras. Y hay silencios estremecedores.

Inquietante es el silencio de un teléfono que de repente se queda mudo. Mensajes y mensajes, llamadas y llamadas, pero al otro lado de la línea  no hay palabras, sino un velo de oscuridad que despierta una profunda desazón. Horas de silencio de esas que luego se rompen con dolorosas negaciones: ¡No! ¡No puede ser! ¡No es posible! Y también con preguntas: ¿Cuándo, cómo, por qué? La respuesta solo lleva a un silencio negro del que se han adueñado lágrimas y lamentos, un silencio negro que queda congelado en una esquela. 

Cuando una muerte cercana nos pilla desprevenidos, nos sobrecoge, como le ocurría  a  Miguel Hernández  en aquellos versos dramáticos de la elegía dedicada a   Federico García Lorca:

¡Qué sencilla es la muerte, qué sencilla

pero qué injustamente arrebatada!

No sabe andar despacio, y acuchilla

cuando menos se espera su turbia cuchillada. 

Y, sí, la muerte a veces dirige su turbia cuchillada, sin piedad hacia quien no debía o cuando no debía,  pero esa muerte traicionera no consigue llevarse  del todo al silencio del olvido a esa persona querida,   pues pronto un eco tenue empieza a oírse en la lejanía. Si nos disponemos a escucharlo, ese eco se va haciendo cada vez más potente hasta convertir el silencio sordo de la ausencia en un silencio sonoro de presencia. Un silencio sonoro  cuajado de pequeños detalles que quedan prendidos en los recuerdos y  que nos devuelven al ser amado a la memoria de los vivos: una sonrisa, una fotografía, una frase, un gesto...  nos aportan minutos de serenidad y compañía.  Quizá ese silencio sonoro sea la prueba más fehaciente de la inmortalidad. 

Mientras sigamos escuchando los ecos de esa persona querida y hablando de ella (y con ella) vivirá en nuestra palabra. Y de esa morada del recuerdo nadie la podrá arrebatar. Ese será  el triunfo de la vida sobre la muerte. Como lo hacía El muerto de José  Hierro (del que este año celebramos el centenario de su nacimiento).

         (...)  Pero yo, que he sentido una vez

           en mis manos  temblar la   alegría

           no podré morir nunca. 

          Morirán los que nunca jamás sorprendieron

          aquel vago pasar de la loca alegría.

          Pero yo que he tenido una vez

         su tibia hermosura en mis manos

         no podré morir nunca. 

Era un 19 de diciembre (2021). Es un 19 de diciembre (2022). Nuestros ojos   siguen abiertos, nuestros oídos, atentos...  Vives, María Antonia (Megido García),  con todos nuestros seres queridos ausentes, en los ecos de  nuestra memoria. Y siempre nos  quedará de ti la alegría de esa niña que se columpia colgada de la luna.


Ecos... Grabado que María Antonia me regaló
cuando desmontó su casa de Madrid



lunes, 12 de diciembre de 2022

Pregón XLVI Fiesta Cocido Maragato. Madrid

 

Casa de León en Madrid

Pregonera: Margarita  Álvarez Rodríguez


                                               



Edición cuarenta  y seis

del cocido maragato:

una fiesta con historia

que de nuevo celebramos.

Muchos años han pasado

desde el cocido primero,

que en su día fue homenaje

a don Luis Alonso Luengo.

Dicen que León presume

de concejos y  pendón,

y de lengua muy señera

e historias de filandón;

de cuna de  democracia,

bendecida por la Unesco,

de reina batalladora

y reyes que hicieron fueros.

Es tierra de catedrales

y palacios modernistas

y de un  Panteón de Reyes

que es del románico insignia.

Tierra de montaña y llano,

hollada por minería,

tierra de caminos santos,

de cañadas y  merinas.

Pantanos de vida y muerte

Reservas de  la Biosfera,

lagos Sumido(s) y Ausente(s),

perdidos por esta tierra.

Venimos de agricultores,

de pastores y arrieros,

y de ritos milenarios

de los que somos espejo.

Contamos con  astronautas

que  irán  un día al espacio:

¡al fin unos  leoneses

llegarán a lo más alto!

Y las  letras de esta tierra

brillan con pluma de oro,

como las vidrieras góticas

que son de León tesoro.

Pero León es también

sabrosa gastronomía,

embutidos pistonudos

y  suculenta cecina.

En este día  de encuentro

venimos a  pregonar

las delicias culinarias

que se pueden degustar:

el bacalao en Valderas,

botillo en tierras bercianas,

las patatas por doquier

y la alubia bañezana.

Y el manjar más singular,

el cocido maragato,

una comida exquisita,

que asombra a propios y extraños.

Es vianda muy  potente

por sus carnes tan variadas,

de  vaca, cerdo y gallina

sale  ración estimada.

Se come  en orden inverso,

tradición consolidada,

los maragatos tenían

una visión muy  sensata:

Si algo debe   sobrar,

que sobre solo la sopa,

¡al fin, es agua y fideos,

aunque sea muy sabrosa!

Y  en comida como esta

postre no puede faltar,

si no nos sirven natillas,

otra cosa nos darán.

Por ejemplo, nicanores

u  hojaldres astorganos,

amarguillos facundinos

o imperales bañezanos.

Y vinos de Valdevimbre

o también de Cacabelos

y una copina de orujo,

que resucita a los muertos.

A beber y bien comer

nos convoca hoy nuestra Casa

degustemos el cocido,

con  gula, pero  con  calma.

Que no produzcan llenura

los garbanzos ni la berza,

que los gases indiscretos

no nos amarguen la fiesta.

Y brindemos por León,

para que  ese  león ruja

y su potente rugido

llegue a  la    diosa Fortuna,

para que envíe  socorro

a esta provincia olvidada,

de un reino que ya no existe,

en una España vaciada.

¡Buen provecho y   a yantar,

y que os  presten  con pasión

el  cocido y  la amistad

con las  gentes  de  León!

Y luego risas y baile,

que no nos llamen cazurros,

que sabemos divertirnos,

si tenemos buen condumio.

¡A convivir y a condumiar

¡Viva el cocido maragato! ¡Viva León!


   Madrid, 11/12/2022           Autora del texto: Margarita Álvarez Rodríguez


Vídeo: Paco Álvarez

https://leonesesenmadrid.org/la-casa-de-leon-en-madrid-rinde-homenaje-a-sus-veteranos/

https://www.diariodeleon.es/articulo/leon/cocido-maragato-celebrar/202212120333202284489.html

https://www.leonoticias.com/leon/cocido-maragato-regresa-20221209141525-nt.html



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La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.