MUNDO ANIMAL Y EUFEMISMO
Continúo en este artículo con el estudio de los disfemismos
en castellano. En otros anteriores he abordado los sinónimos de tonto El
colmo de la estupidez (I). Tontos de la A a la Z y El colmo de la estupidez (II). También he dedicado un estudio al Uso de los disfemismos en la comarca de Omaña (León). En los artículos siguientes abordaré el estudio de los
distintos campos semánticos en
que se pueden clasificar los disfemismos, es decir, el estudio de los nombres que
denotativamente (en sentido objetivo) designan en castellano otros seres u objetos, pero que,
frecuentemente, en sentido connotativo (subjetivo), se utilizan peyorativamente con la intención de insultar.
Es frecuente el uso de nombres de animales, vegetales, alimentos, prendas de vestir y
otros términos… para calificar de forma
peyorativa determinadas actitudes de las
personas o su aspecto. Trataré de clasificarlos por campos semánticos o grupos de significado.
Comenzaré en esta primera entrega por los nombres de animales.
DISFEMISMOS BASADOS EN NOMBRES DE ANIMALES
Los nombres de animales que utilizamos de forma figurada
para designar características humanas se llaman
metáforas zoomórficas. No siempre los nombres tratan de
animalizar y rebajar la condición humana, a veces, aunque es menos común, los
nombres de animales aplicados a las personas sirven para destacar cualidades
positivas. Es lo que ocurre, por ejemplo, con ardilla o lince,
para destacar la inteligencia, o león u oso, para la fuerza
física. Pero es más frecuente que los nombres de animales aplicados a personas
tengan intención peyorativa.
Nombres de animales usados para calificar rasgos del aspecto físico:
Vaca,
foca, ballena son términos aplicados
generalmente para describir la gordura de la mujer. En cambio, el masculino toro no tiene
connotación negativa, pues se refiera a la fuerza física.
Hipopótamo,
diplodocus. Se utilizan para designar a las personas obesas. La segunda
es propia del lenguaje juvenil.
Escarabajo.
Persona baja y pequeña
Gorila,
orangután, macaco. Resaltan la fealdad.
Cacatúa.
Mujer que pretende en vano disimular los estragos de la edad.
Mico.
Persona pequeña y fea, aunque aplicado a los niños tiene un sentido afectivo.
Lombriz,
anchoa. Se usan para describir la delgadez.
Castor,
sapo. Se utilizan para referirse a personas
que tienen las piernas cortas.
Mono,
orejas de elefante, lechuzo, jirafa. Describen un aspecto físico
similar al de esos animales.
Cerdo,
guarro. Se usan para describir a una persona sucia. También, a veces, aluden un mal comportamiento hacia otra persona.
Liendroso,
piojoso. Se aplican a personas de aspecto sucio y
desaliñado.
Conejo.
Se usa para describir los dientes largos de una persona. La palabra coneja, en
cambio, alude a una mujer que pare mucho.
Cachalote.
Se utiliza para describir a alguien que tiene la cabeza grande.
Hocicopollo, ojosapo, cabezatopo, bigotezorra. Estas palabras son propias del lenguaje
juvenil y se utilizan para describir
algún rasgo del aspecto físico de una persona que recuerda a los animales
mencionados.
Monstruo,
engendro, coco, garrapata, espantajo, cacatúa, feto, aborto de rana, patito feo. Todas ellas son palabras que aluden a la fealdad.
Nombres de animales que
designan astucia o mala intención:
Zorra,
raposa, garduña, lagarta, lagartona, perra,
loba… son términos que se aplican a las mujeres, algunos con
connotaciones sexuales… A veces presentan variantes de significado con respecto
al masculino. Así, zorro significa astuto y, en cambio, zorra,
ramera.
Algunos
aluden al apropiamiento de lo ajeno: cuervo, buitre, rata,
pájaro, urraca. Pardal
(gorrión) y alcaraván
aluden a personas astutas.
Cabrito,
cabrón, capullo, pulguillas, mosquita
muerta, bicho, gusano, bicharraco… aluden a personas
astutas y que hacen malas pasadas. Gato añade también el matiz de
ladrón, aparte de persona astuta.
Las
expresiones ¡so cabrón!, ¡cacho cabrón! intensifican los disfemismos
anteriores.
Pécora.
Esta palabra, que procede del latín y significa oveja, adquiere el significado
de mujer taimada y viciosa en la
expresión “mala pécora”, para referirse a las mujeres de vida licenciosa.
Nombres de animales que se asocian con carácter violento y maldad:
Varios nombres de animales aluden
a la maldad: hiena, loba, víbora, perro, sanguijuela,
gusano, alimaña, arpía, cuervo, castrón,
gusano, lombriz.
Canalla.
Procede del italiano canalla, que significa jauría.
Fiera.
Ser como una fiera alude a rasgos de violencia, en cambio, con el
artículo masculino, ser un fiera tiene significado
elogioso.
Hijo
de perra. Describe a una persona malvada, descalificando a la madre de
esa persona con la palabra perra, que es uno
de los muchos sinónimos de la palabra prostituta.
Nombres de animales usados para calificar la inquietud o falta de
tranquilidad:
Cabra, sabandija, lagartija, saltamontes,
potro, cotorra, cabraloca. Todas estas palabras califican a una persona
inquieta y poco responsable.
Pavo,
pava, en la expresión estar en la edad del pavo,
también aluden a la falta de responsabilidad, inquietud y rebeldía.
Nombres de animales
relacionados con la falta de inteligencia o mal estado
mental:
Bruto, pingüino, ganso, babieca, pavo, cerebro de mosquito, topo (persona
torpe), borrego, jumento,
percebe, atún, cernícalo, rocín, merluzo, besugo, ganso, burro, asno, acémila,
bucéfalo. Todas estas palabras nos hablan de ignorancia y necedad, en
mayor o menor grado.
También las expresiones: estar
como una chota, estar
como una cabra, estar
grillao nos hablan de personas
que tienen un comportamiento poco cabal.
Ser un papamoscas nos
habla de una persona bobalicona o que se queda embobada.
Nombres de animales para hablar
de personas de pequeño tamaño:
Son
frecuentes los términos aplicados a los
niños: ratón, piojo, renacuajo, pulga, microbio, mico.
Para calificar a la persona que
se toma todo a broma y presume de chistosa:
Gamba
(propio del lenguaje juvenil) y ganso nos hablan de personas que
son excesivamente bromistas o poco serias.
Para calificar a la persona que
se aprovecha de su actitud codiciosa para
medrar socialmente:
Camaleón.
Persona que tiene habilidad para cambiar de
actitud y conducta, adoptando en cada caso la más ventajosa.
Tiburón,
vampiro. Es la persona ambiciosa que actúa sin escrúpulos y se
aprovecha de los demás.
Para calificar a la persona molesta o impertinente:
Moscardón,
mosca cojonera, abejorro, castaña, lapa nos hablan de personas
impertinentes. Pulpo, babosa,
chinche, baboso nos presentan a personas que abusan de la proximidad
física. Quisquillas es la persona que pone reparos a todo. Grajo,
cotorra se utilizan para personas muy charlatanas.
Para calificar a la mujer de vida licenciosa:
Cerda,
lagarta, pantera, zorra, zorrón, urraca,
arpía (mala persona), pécora.
Gallina,
calandria. Son nombres de animales que se utilizan para definir a una
persona cobarde.
Para calificar a la persona
soberbia o traicionera:
Gallo,
pavo, gallito. Se utilizan para describir a las personas altaneras e
insolentes.
Para calificar a un hombre afeminado:
Jibia, moscón, moscardón, mariquita,
mariposa, mariposón, sepia, trucha y la expresión tener pluma. Todas estas palabras se
utilizan para referirse a personas que
tienen un aspecto afeminado.
Para calificar a los hombres
cuya pareja les
ha sido infiel:
Astado, cabestro, cabrito, cabrón,
caracol, ciervo, cornudo, cornucopia, cornúpeta, novillo. Todas estas
palabras, que definen la infidelidad, tienen en común que aluden a cuernos y,
por tanto, llevan implícito el significado de la expresión coloquial poner
los cuernos.
Para calificar a la persona
poco aseada que desprende mal olor:
Mofeta,
guarro, cerdo, gocho. Estos animales se asocian con la suciedad y tratan de definir a personas poco aseadas.
Para calificar a la persona que tiene un comportamiento o aspecto
diferente al común:
Oveja
negra, patito feo. Aluden a personas que rompen con las características
propias de un grupo. Hurón designa a la persona huraña. Ser un camello se usa para el distribuidor de droga.
Lirón,
marmota, koala. Estas palabras sugieren el carácter dormilón. Tortuga, caracol, zángano, pato, patoso son términos que se refieren más bien a la lentitud.
Nombres con que se define a la persona carente de criterio o
personalidad y poco valorada:
Loro,
papagayo, cabeza de chorlito, perro flauta (neologismo que designa
a la persona poco importante
socialmente), pintamonas, pelagallos, pelagatos.
Todas estas palabras nos hablan de personas de poca importancia y de poca
personalidad.
Persona vieja:
Dinosaurio.
Término que alude a un pasado muy remoto para sugerir la idea de vejez.
Persona poco o muy trabajadora:
Mula
suele tener connotación negativa, especialmente cuando se refiere a persona
poco cariñosa. Hormiga, hormiguita (persona muy trabajadora,
generalmente, se usa con sentido positivo), zángano (persona
holgazana).
Sin duda, los nombres de animales, tanto usados de forma aislada como en frases hechas o refranes, nos dan en castellano un gran juego para descalificar a las personas.
Sin duda, los nombres de animales, tanto usados de forma aislada como en frases hechas o refranes, nos dan en castellano un gran juego para descalificar a las personas.
Campos semánticos del eufemismo II
Es muy interesante, pues aunque se trate de palabras incorporadas al leguaje ordinario, es su aspecto connotativo lo que las da esa fuerza expresiva.
ResponderEliminarGracias.
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