Llega el otoño
con abanicos,
que mueven ramas
con mucho ritmo.
Las hojas bailan
danzas airosas
y caen raudas,
leves y hermosas.
Y ya en el suelo,
son recibidas
por sus hermanas
antes caídas.
De color ocre
tiñen caminos
que son espejos
de su destino.
¡Ay pobres hojas,
tan sufridoras,
lamen los pies
como las olas!
Hojas de otoño,
fiel añoranza
de los magostos
y las matanzas.
© Texto y fotos: MAR
Linda poesía y reflexión. Enhorabuena Margarita
ResponderEliminarMuy bonita la poesía y las fotos,gracias por compartirla
ResponderEliminarMuchas gracias por tu valoración. No te identifico, porque no sale tu nombre. Si vuelves a hacer algún comentario indica tu nombre para que te lo pueda agradecer personalmente.
EliminarMe encanta lo de que en el suelo son recibidas por sus hermanas. Bonita poesía.
ResponderEliminarGracias, Fuencisla. Un abrazo otoñal.
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