Género: novela
Editorial: Adarve
Páginas: 229
Madrid, 2024
Fuencisla Avial Sancho es una escritora segoviana. Estudió Magisterio y Sociología y ha dedicado su vida a la docencia. Ha cultivado la narración en forma de novela y de relato. En este último subgénero ha obtenido un premio y ha llegado a finalista en algunos certámenes literarios. Su última publicación, anterior al libro que nos ocupa, fue la novela titulada Historias de antes (2019), que recreaba la historia de una saga familiar en un pueblo segoviano.
Si quieres hacer reír a Dios es una novela que tiene un argumento, en apariencia,
simple. Una profesora, que termina de jubilarse, busca actividades para el
tiempo libre del que va a disponer y, entre sus proyectos, aparece el
de escribir una novela. Mientras busca un argumento para ella
va desgranando ante el lector sus actividades diarias, sus ilusiones, sus
compromisos, su visión del mundo. Argumento simple, obra compleja.
Estamos ante una novela realista que parte de
pequeñas experiencias personales de la vida cotidiana que se elevan de una
forma muy acertada al plano literario. El deseo de la autora
es “escribir una novela realista, pero de las que conmueven, de las que tocan
el corazón, las que hacen aflorar las emociones más profundas que llenan sus páginas y las emociones que contienen”.
La narración tiene una aparente forma de diario, pues sus
capítulos son los nombres de algunos días que la autora señala en su calendario
particular y que están espaciados por
varias semanas. La historia comienza un día 8 de enero, final de unas
vacaciones en que ya no se tendrá que reincorporar al instituto, y termina en
la Nochevieja del mismo año. Un año, pues, con sus meses, sus días y las
vivencias de la protagonista.
La estructura interna de la narración gira sobre dos
elementos esenciales: la metaliteratura y la intertextualidad.
El hilo argumental que da unidad al texto es el
deseo de escribir una novela y la búsqueda del propio argumento. Es la
literatura dentro de la literatura: la metaliteratura. Y no solo por esta
búsqueda del tema y argumento de la proyectada novela, sino también porque en
algunos momentos de la misma busca un pretexto para incluir otras pequeñas
narraciones que parecen ajenas al argumento principal, pero que, en realidad,
son parte sustancial del mismo. Así, mientras el lector sigue los pasos de la
narradora en busca de inspiración, en realidad, se está encontrando con el
argumento, está inmerso en él.
El otro elemento esencial de la estructura es la intertextualidad,
pues las referencias a otras obras literarias son múltiples. Se mencionan
autores y títulos y, de vez en cuando, fragmentos de esas obras que Fuencisla
Avial incorpora hábilmente para reflexionar sobre algún tema. Con ese pretexto
nos da a conocer los libros que pueblan las estanterías de su biblioteca, sus
abundantes lecturas y sus preferencias literarias, entre las que ocupa un lugar
fundamental su gusto por las biografías. Dentro de esa intertextualidad
también está presente el refranero, que se usa como una especie de argumento de
autoridad para apoyar alguna reflexión. Y en varios momentos algún artículo de
textos legales sobre derechos de rango universal que tienen el mismo
cometido.
Sobre estos dos elementos va desgranando a lo largo
de narración una gran variedad de temas, todos ellos vinculados a un
compromiso de tipo social, moral, medioambiental, educativo… Por la
novela pasan hechos históricos del pasado entretejidos con situaciones del
presente, y todos ellos permiten a la autora realizar una reflexión sobre el
bien y el mal. Quizá sea este uno de los temas esenciales de la
novela.
La narración está escrita en primera persona, a través de
la cual la protagonista va plasmando sus vivencias y reflexiones. Los demás
personajes son absolutamente secundarios, excepto uno, su perrita Jara. Ella
está siempre presente en esa búsqueda de la autora y ella es también su
mejor confidente. En cierta medida recuerda un poco aquellas famosas Charlas
con Troylo de Antonio Gala. La protagonista, desde su cocina, delante del
desayuno, vive el presente y reflexiona sobre él, elevándose desde
la experiencia personal a la reflexión universal. Con frecuencia
una visión retrospectiva del pasado le sirve también para analizar el
mundo presente. La narradora es, en gran medida, un trasunto de la personalidad
de la propia autora y del mundo que la rodea.
La novela está escrita con un estilo claro y un
léxico variado y preciso. La autora usa de forma acertada la
adjetivación y la enumeración, que suelen ir unidas. También maneja con
soltura el uso de imágenes, que embellecen el texto, y tiene una enorme
habilidad para la evocación. Con gran plasticidad nos acerca el mundo de
las sensaciones: los olores, colores, sabores y las vivencias que
experimenta en un lugar determinado, de tal manera que nos hace
entrar en ese río de sensaciones y sentimientos y nos arrastra por él.
Consigue que el lector pueda oler el café del que disfruta en el desayuno la
protagonista, que capte los paisajes de sus viajes, que sienta el frío y
el calor de las distintas estaciones, que oiga los sonidos que la
rodean. Con ella disfrutamos y aprendemos de sus
lecturas, nos identificamos con su amor por el silencio y nos dolemos con
ella de su sufrimiento, tanto del personal como del social.
Al principio de la obra Fuencisla Avial asegura
que quiere escribir “una historia llena de pasión y sentimientos, una
historia que atrape al lector, que lo perturbe de tal manera que no pueda
abandonar el libro hasta que llegue al final e, incluso, que una vez que haya
vuelto la última página, las emociones transmitidas sigan instaladas en su
corazón durante mucho, mucho tiempo”.
Y, ciertamente, va a conseguir que las emociones
vividas se instalen en el corazón del lector. La lectura de Si
quieres hacer reír a Dios no nos va a dejar indiferentes, pues podremos
aprender (siempre está presente su afán didáctico), reflexionar, viajar, emocionarnos: disfrutar. Para ello solo hay que coger este diario en las manos, adentrarse en él, ponerse a leer y dejarse
seducir por la magia de los sentimientos y las palabras.
El texto que antecede figura como prólogo de la novela Si quieres hacer reír a Dios.
Fotos de la presentación de la novela, el 9/XII/2024, en el Centro Segoviano de Madrid |
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