Esta gran obra de divulgación en el campo de la sociolingüística es un vivo ejemplo de la sabiduría de la autora, Margarita Álvarez Rodríguez, y de su tesón, pues ha recogido prácticamente todas las locuciones, modismos populares, frases hechas, palabras (y algunos refranes) que se usan en la actualidad y se consideran disfemismos por sus connotaciones grotescas, agresivas y críticas; además de otros que se han existido a lo largo de la historia y que han sido muy bien reflejados en la literatura, como lo demuestran sus citas literarias de autores clásicos y otros renombrados, de los que ha transcrito algunos ejemplos e, incluso, algún poema jocoso… Su recopilación abarca más de cincuenta campos semánticos, que van desde la lengua y las matemáticas, a la comida, el comportamiento, los oficios, la enfermedad, la religión…
Las expresiones relacionadas con este lenguaje del menosprecio nos incitan, a veces, a la hilaridad, a la risa amable y extravertida. Aunque en el fondo tengan connotaciones fuertes, sin embargo, para la persona que las lee sin estar implicada en las situaciones a las que aluden, resultan cómicas.
Este bagaje cultural muestra la forma de ser de nuestro pueblo, por lo general, locuaz y simpático, abierto a todo, como las demás civilizaciones mediterráneas; por eso el énfasis de dichas frases son el producto de una personalidad nacional, aunque analizándolas pertenezcan a diferentes provincias españolas.
Margarita Koszla, de la cátedra de Estudios Ibéricos de la Universidad de Varsovia, señala que estas expresiones son muy importantes para la enseñanza y comunicación del idioma español, y que son un reflejo del propio pueblo, de su carácter y cultura.
Hay que tener en cuenta que, como la lengua es algo vivo que va evolucionando a lo largo del tiempo, porque cambian la mentalidad y los usos y costumbres con los años, se van introduciendo nuevas expresiones en todos los ámbitos, y en el futuro veremos muchas novedades en este aspecto. La inteligencia también es un factor digno de tener en cuenta a la hora de la creación del lenguaje.
Ha comentado la autora multitud de expresiones dentro de distintos campos semánticos, tanto referentes a realidades exteriores y materiales como a realidades abstractas, y las ha engarzado de manera lógica y graciosa, lo cual no es nada fácil. Me ha llamado la atención la forma de relacionar unos modismos con otros, pues lo hace con un sentido humorístico e irónico, que parece que sigue la línea conceptista de Quevedo. Así lo corroboran los recursos estilísticos que emplea con connotaciones muy expresivas, como son los juegos de palabras, expresiones chistosas y quiasmos, en que aparecen matices irónicos.
Vemos que al referirse a cada expresión, en su afán de transmitir conocimientos (téngase en cuenta que Margarita ha dedicado cuarenta años a la enseñanza de la Lengua y Literatura Española), expone también el origen etimológico de la misma o su explicación social y popular o, en su caso, literaria, y hace alusión a muchos autores, como ya dije antes, con citas de los mismos (Quevedo, Baltasar Gracián, Tirso de Molina, Cela y otros).
Es una obra de lectura muy recomendable, tanto para profesores de esta materia como para el público de la calle, porque, a la vez que enseña, divierte. Y también para los escritores de relatos y novelas que incorporen en las mismas el lenguaje coloquial.
Y no hay que olvidar el concienzudo prólogo que le dedica el catedrático de Etnología de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Junquera Rubio.
María José Prieto Vázquez
La obra se presentará el día 10 de diciembre en la Casa de León en Madrid.
Y el día 22 de diciembre en el salón de actos del Ayuntamiento de León (calle Alfonso V)
Texto relacionado: Reseña de Manuel Cuenya en La Nueva Crónica
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