lunes, 22 de abril de 2019

El legado de los libros (II): fantasías infantiles

23 de abril, Día del Libro
¡Felices libros!


Imagen; Pixabay


Continúo un artículo anterior titulado El legado de los libros (I): sentires y decires en el que recogía dichos de nuestro idioma, la mayoría epónimos, que están ligados a la literatura. En este abordaré, esencialmente, las expresiones que proceden de cuentos infantiles, pues  el mundo de estas narraciones  ha incorporado muchas expresiones a la lengua común. 

Las mujeres, a veces, nos hemos sentido princesas en pos  de príncipes azules. Aquellas aspiraciones terminaban casi siempre como el cuento de la lechera, porque era  difícil encontrar en la realidad a esos príncipes de cuento (y a los otros). 

Muchos personajes de los cuentos infantiles están presentes en el habla  de cada día. Estos personajes, convertidos en epónimos, sirven para definir o caracterizar rasgos de  las personas. Así,  los que tienen muy  mal carácter son ogros  o  brujas; en cambio,  las personas  que nos protegen son hadas madrinas; las  mujeres que triunfan en los ecos de  sociedad son reinas de la pasarela  o de la prensa rosa o princesas del pueblo. Y a aquellas que tienen mala fortuna las llamamos cenicientas. Tampoco podemos olvidarnos del  cruel personaje de la madrastra.

Otros seres perversos de los cuentos también han perturbado nuestros  sueños infantiles. En los miedos de todos  han aparecido monstruosdragones… Y también el hombre del saco, el coco, el tío del unto, el sacamantecas... Todos ellos  personajes que proceden del folklore. 

 A un famoso político se le ha llamado Bambi por su aparente carácter apacible y cándido. Que era el pensamiento Alicia, decía de  la misma persona el filósofo Gustavo Bueno. 



A personas muy dormilonas las comparamos a la bella durmiente. El que cuestiona las verdades inmutables es un pepito grillo, fiel compañero de Pinocho, que es también símbolo del personaje mentiroso. Del justiciero decimos que es un Robin Hood. A las personas infantiles, las llamamos Peter Pan. A los bajitos, liliputienses. A las personas poco agraciadas las comparamos con el patito feo. En cambio, de las niñas pizpiretas decimos que son como la ratita presumida. Y a las niñas imaginativas y rebeldes las comparamos con Pipi Calzaslargas.

La cueva de Aladino, junto con el patio de Monipodio (Rinconete y Cortadillo) son ejemplos de lugares donde se esconden los ladrones. Los cacos de siempre y los que se dedican a ese robo disimulado de la corrupción llamado ahora pitufeo. Lejos estaban los  pitufos, creados por  el dibujante belga Peyo para ilustrar La flauta de los seis pitufos, de sospechar que iban a dar nombre a esa forma peculiar de robo. 

Como vemos, nuestra lengua tiene más cuento que Calleja, expresión que usamos para describir a los que buscan constantemente disculpas  para no comprometerse a algo. Saturnino Calleja, era propietario de una editorial que publicaba cuentos para niños y que murió en 1915.





Hay un tipo especial de cuentos,  con moraleja, que son las fábulas. Entre otras, las conocidas del  escritor griego Esopo, las del francés La Fontaine y las de nuestros grandes fabulistas Iriarte y Samaniego. Además del cuento de la lechera (Samaniego), al que hacemos referencia muchas veces para criticar las ilusiones infundadas, a todos nos ha sonado alguna vez la flauta por casualidad, como al burro flautista de Iriarte.  No suele resultar fácil ponerle un cascabel al gato, fábula popularizada por Samaniego, pero usada antes por Esopo, Lope de Vega, La Fontaine y otros autores. 


Esopo. Velázquez. Museo del Prado

Desde las fábulas de Esopo (algunas recogidas por Fedro) nos han llegado muchos dichos. Por ejemplo el que dice que 
aunque la mona se vista de seda, mona se quedaTodos conocemos también  lo que significa matar a la gallina de los huevos de oro, famosa fábula que condena la ambición.

Y siempre habrá personas que ante la dificultad para conseguir algo, hacen un falso desprecio del objetivo, como hace la zorra ante las uvas cuando dice que no las quiere porque están verdes. Que es  el  parto de los montes se dice de  lo que prometía mucho y se quedó en nada, como el ratón que paren los montes después de un considerable esfuerzo. Que alguien se lleve la parte del león en un reparto nada equitativo y tener que  firmar un contrato leonino es algo que desgraciadamente nos vemos obligados a hacer o a sufrir más de lo que nos gustaría. 


El mundo del cómic también ha incorporado palabras y expresiones a la lengua común. Zipi y Zape sirven para calificar a niños revoltosos, especialmente cuando una pareja hace trastadas en unión. La familia Trapisonda ha pasado a ser símbolo del embrollo. Jaimito nos sirve para adjudicarle chistes verdes o de mal gusto por el carácter travieso y pícaro del personaje, a pesar de que habitualmente no sean chistes de su autoría.





Mortadelo  también es utilizado para llamar con su nombre a personas que tienen una personalidad parecida a la suya y el doctor Bacterio para calificar al que realiza experimentos raros de consecuencias imprevisibles. Y no hay que  olvidar que la palabra tebeo se ha creado a partir de las siglas TBO, que era el nombre de una publicación.

Todo ello son ejemplos de  fantasías infantiles con que los adultos hemos denominado  hechos, personajes, lugares... para enriquecer y hacer más expresivo el idioma. Quizá porque, como el título de la serie televisiva, nos gusta refugiarnos  en los mundos de Yupi. O soñamos  demasiado a menudo con algo que no somos o tenemos, hasta que alguien nos hace volver a la realidad  con una conocida  frase: ¡Menos lobos, Caperucita! 



Pixabay


Y cierro este repaso con dos sugerencias de lectura, en este DÍA DEL LIBRO,  una recopilación de deliciosos cuentos  de José María Merino y hermosos versos en voces de mujeres:




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El legado de los libros I: sentires y decires

4 comentarios:

  1. Gracias, Margarita, por estas realidades sacadas de la literatura y de los dichos. Eres una gran escritora. Y con tendencia a la "enciclopedia" intentando abarcarlo todo.
    Aquí, en Catalunya, hoy es un día importante para las letras.
    Y por mucho que quieran dar a ver -por algunos "pagos"- que la lengua castellana está muerta aquí en el Nordeste...

    ¡Está muy viva. Jeje.

    Un saludo.

    Luis Arranz

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    1. Gracias, Luis. A seguir cultivando la lengua castellana y su literatura por esos pagos. Y si es con ritmo poético, aún mejor. Saludos con libros y rosas.

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  2. Feliz día del libro y gracias por hacernos ver la riqueza del vocabulario aportado por los cuentos. Las hadas madrinas, los ogros y las brujas tienen ya mucha competencia.

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    1. Feliz día también para ti, escritora. Que sigas cultivando la palabra y tengas éxito en la próxima presentación. Un abrazo.

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La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.