domingo, 29 de diciembre de 2024

Reseña de Si quieres hacer reír a Dios, de Fuencisla Avial


 

 Género: novela

 Editorial: Adarve

 Páginas: 229 

 Madrid, 2024

Fuencisla Avial Sancho es una escritora segoviana. Estudió Magisterio y Sociología  y ha dedicado su vida  a la docencia. Ha cultivado la narración  en forma   de novela y de relato. En este último subgénero ha obtenido  un premio y ha llegado  a finalista  en algunos certámenes literarios. Su última publicación, anterior al libro que nos ocupa, fue la novela titulada Historias de antes (2019), que recreaba la historia de una saga familiar en un pueblo segoviano. 

Si quieres hacer reír a Dios es una novela  que tiene un argumento, en apariencia, simple. Una profesora, que termina de jubilarse, busca actividades para el tiempo  libre del que va a disponer y, entre sus proyectos, aparece el de  escribir una novela. Mientras busca  un argumento para ella  va desgranando ante el lector sus actividades diarias, sus ilusiones, sus compromisos, su visión del mundo. Argumento simple, obra compleja.

Estamos ante una  novela  realista que parte de pequeñas experiencias personales de la vida cotidiana que se elevan de una forma  muy  acertada al plano  literario. El deseo de la autora es “escribir una novela realista, pero de las que conmueven, de las que tocan el corazón, las que hacen aflorar las emociones más profundas que llenan sus páginas  y las emociones que contienen”.

 La narración tiene una aparente forma de diario, pues sus capítulos son los nombres de algunos días que la autora señala en su calendario particular  y que están espaciados por varias semanas. La historia comienza un día 8 de enero, final de unas vacaciones en que ya no se tendrá que reincorporar al instituto, y termina en la Nochevieja del mismo año. Un año, pues, con sus meses, sus días y las vivencias de  la protagonista.

La estructura interna de la narración gira sobre dos elementos esenciales: la metaliteratura y la intertextualidad.

El  hilo argumental que da unidad al texto es el deseo de escribir una novela  y la búsqueda del propio argumento. Es la literatura dentro de la literatura: la metaliteratura. Y no solo  por esta búsqueda del tema y argumento de la proyectada novela, sino también porque en algunos momentos de la misma busca un pretexto para incluir otras pequeñas narraciones que parecen ajenas al argumento principal, pero que, en realidad, son parte sustancial del mismo. Así, mientras el lector sigue los pasos de la narradora en busca de inspiración, en realidad, se está encontrando con el argumento,  está inmerso en él. 

El otro elemento esencial de la estructura es la intertextualidad, pues las referencias a otras obras literarias son múltiples. Se mencionan autores y títulos y, de vez en cuando, fragmentos de esas obras que Fuencisla Avial incorpora hábilmente para reflexionar sobre algún tema. Con ese pretexto nos da a conocer los libros que pueblan las estanterías de su biblioteca, sus abundantes lecturas y sus preferencias literarias, entre las que ocupa un lugar fundamental su gusto por las biografías.  Dentro de esa intertextualidad también está presente el refranero, que se usa como una especie de argumento de autoridad para apoyar alguna reflexión. Y en varios momentos algún artículo de textos legales sobre derechos de rango universal que tienen el mismo cometido.  

Sobre estos dos elementos va desgranando a lo largo de  narración una gran variedad de temas, todos ellos vinculados a un compromiso de tipo social, moral, medioambiental, educativo…  Por la novela pasan hechos históricos del pasado entretejidos con situaciones del presente, y todos ellos permiten a la autora realizar una reflexión sobre el bien  y el mal. Quizá sea este uno de los temas esenciales de la novela. 

La narración está escrita en primera persona, a través de la cual  la protagonista va plasmando sus vivencias y reflexiones. Los demás personajes son absolutamente secundarios, excepto uno, su perrita Jara. Ella está siempre presente en esa búsqueda de la autora y ella es también  su mejor confidente. En cierta medida recuerda un poco aquellas famosas Charlas con Troylo de Antonio Gala. La protagonista, desde su cocina, delante del desayuno, vive  el presente y reflexiona sobre él,  elevándose desde la experiencia personal a la reflexión universal.  Con frecuencia  una visión retrospectiva del pasado le sirve  también para analizar el mundo presente. La narradora es, en gran medida, un trasunto de la personalidad de la propia autora y del mundo que la rodea.

La novela está escrita con un estilo claro y un léxico  variado y preciso. La autora  usa de forma acertada la adjetivación y  la enumeración, que suelen ir unidas. También maneja con soltura el uso de imágenes, que embellecen el texto, y tiene una enorme habilidad para la evocación. Con gran plasticidad nos acerca  el mundo de las sensaciones: los  olores, colores, sabores y las vivencias que experimenta en un lugar determinado, de tal manera que  nos hace entrar  en ese río de sensaciones y sentimientos y nos arrastra por él. Consigue que el lector pueda oler el café del que disfruta en el desayuno la protagonista, que capte los paisajes de sus viajes, que  sienta el frío y el calor de las distintas estaciones, que oiga los  sonidos que la rodean.  Con ella   disfrutamos y aprendemos  de sus lecturas, nos identificamos con  su amor por el silencio y nos dolemos con ella  de su sufrimiento, tanto del personal como del social.

Al principio de la obra Fuencisla Avial asegura  que  quiere escribir “una historia llena de pasión y sentimientos, una historia que atrape al lector, que lo perturbe de tal manera que no pueda abandonar el libro hasta que llegue al final e, incluso, que una vez que haya vuelto la última página, las emociones transmitidas sigan instaladas en su corazón durante mucho, mucho tiempo”.

Y, ciertamente,  va a conseguir que las emociones vividas se instalen en el corazón del lector. La lectura  de Si quieres hacer reír a Dios no nos va a dejar indiferentes, pues podremos aprender (siempre está presente su afán didáctico), reflexionar, viajar, emocionarnos: disfrutar. Para ello solo hay que coger este diario en las manos, adentrarse en él,  ponerse a leer y dejarse seducir por la magia de los sentimientos y las palabras.  

             Margarita Álvarez Rodríguez, filóloga y escritora


El texto  que antecede figura como prólogo de la novela Si quieres hacer reír a Dios. 


Fotos de la presentación de la novela,  el 9/XII/2024, en el Centro Segoviano de Madrid


 

Licencia Creative Commons
La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.