miércoles, 18 de enero de 2017

Aprendiendo a ser poetas...


                                                                     A todos los que aman la poesía



A lo largo de muchos cursos escolares animé a mis alumnos a amar la poesía: a sentirla, a saborearla... a  escribir versos.

Durante el curso 2006-2007 montamos un recital sobre el amor, titulado "Es el amor que pasa", a partir de otro que habíamos realizado años antes, pero con muchas novedades. 

La más importante fue que los alumnos de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato escribieron muchos poemas sobre un tema que les inspiraba de forma especial. Fragmentos de algunos de esos poemas fueron introducidos  en el recital, al lado de los de los grandes poetas. 

Hoy quiero recordar algunos  de aquellos versos para que tengan luz propia y salgan del papel en el que quedaron recogidos. 

Que vuelvan al escenario...

¡Silencio! ¡Es el amor que pasa! Bécquer



Poesía

Eres cauce borboteante
del surtidor del pensamiento.

Eres fruto que nace
a la ribera del sentimiento.

Eres tú, Poesía,
sultana de esta vida-cuento.

Eres tú, alma mía,
lámpara mágica de mis deseos.

Por ti escribo.
Por ti sentiré y siento que vivo.

Y si falleces, Poesía,
yo moriré contigo.

María Luz Jurado. 


 Recital "Es el amor que pasa.. ", curso 2006-2007


Mientras el amor siga pasando  a nuestro lado y aprendamos a atraparlo en nuestro interior, llenaremos la vida de música y poesía y todos nos sentiremos un poco poetas. (Del guion del recital).


El amor, motor del mundo...

No soy grito, soy aliento.
No soy cañón,
ni tortura, ni tormento.

Soy canción, soy tu sueño,
soy amor.

Tu compañero.

Ruth Domínguez





Sentimiento  que anida en el alma, que llena cuerpo y espíritu...

El amor es algo raro
que da vueltas cual la vida
y aunque tú no lo sepas
está actuando a escondidas.

Son extraños sentimientos
los que notas por tu cuerpo
ardores, escalofríos,
vas sintiendo en tus adentros.

Ignacio Campillos


Algo que supera a la muerte y la trasciende...

No veo ningún motivo
para seguir estando aquí,
ascenderé al limbo
y te estaré esperando allí.

Fernando Riera


Una sonrisa ilusionante que inunda el rostro el rostro del amante y lo llena de luz...

Cuando pienso en tu sonrisa
un lucero se aparece,
que me dice que por siempre
tú serás mi luz naciente.

Celia Corbacho


Una libertad encarcelada...

Prometo cuidarte, yo seré tu propio esclavo.
Prometo serte fiel, como buen enamorado.

Eric Martín.


Un fuego abrasador…


Un intenso deseo
de conocer este fuego
dota a mi vida de sentido.

Enzo Taza


Un sentimiento que necesita ser compartido...

Si el amor que sientes lo ocultas
y lo guardas en silencio,
empezarás sintiendo frío,
pero acabarás viviendo un infierno
que empezará helándote el alma
y te acabará destrozando por dentro.

David Infestas y Sergio Casillas


Un sentimiento que inunda la naturaleza...

El aire ardiente solo es un fresco ungüento.
La arena sacudida… rocío color cereza.

María Luz Jurado

 Desengaño amoroso...

Tú, infinito como el espacio que nos separa.

Infinito. Como el dolor que causas.



Tus días y tus noches
no se acordarán más de mí,
y tu mente me borrará…
como el mar borra las huellas de la playa.


Katia Basurto






Amor desolado y amargo...

Lloré lágrimas de tinta
cuando vi que se marchaba,
cuando vi que la perdía.

Pregunté al viento por ella,
pero nadie contestaba.

Nadie respondía.

Edgar Parra



Amor que lastima y mata...

Manos que  me despertaban de mi mágico mundo,
Manos que me recordaban que yo era su esclava,
Manos que me enseñaban que no valía nada.

Manos…

¡Malditas manos!

Moradas heridas en la espalda.
Negros ojos…
Sangre por la cara…

Manos que no descansaban…

Laura Benito


Amor que funde el tú y el yo...


Yo solo quiero soñar lo que tus ojos me pidan.

Soñar, sintiendo tu sonrisa; volar, pegada a tu piel.
Sentir muy cerca tus labios; morir con el amor que me des.
Sentir a tu lado siempre, morir de gusto, gozar…

Si tú eres mi sueño en vida…
¿Para qué voy a soñar?

Sandra Rubio






Amor apasionado...

Robadme el aire que respiro.
Robadme el agua que calma mi sed
Robadme todo… Yo le quiero a él.

Amparo Quintana



Amor idealizado...

Te pido que si acaso ves que el viento llora
le susurres estas palabras que me eleven hasta el cielo:

“No me olvido de quererte,
de olvidarte no me acuerdo,
le hablaré al sol para verte,
y a la muerte si te pierdo”.

Carmen González


El primer amor...

Cada vez que me abrazas
me vibra el alma.

Cuando agarras mi mano,
siento que vuelo.

Y entre besos y abrazos
digo: “Te quiero”.

Daniel Cantarero


Amor desesperado...


Fría como el hielo
tu mirada me atraviesa el corazón,
afilada como una espada,
que a su paso no deja
más que sufrimiento y dolor.

Frías como el hielo
son nuestras palabras,
antes sinceras y claras,
ahora frías y amargas.
  
Patricia Torres



La fidelidad amorosa...

Mentiras:

Salió un susurro de sus labios
y secretamente suspiró un “tequiero”

Le siguió un abrazo,
luego un beso…

Se fundieron en un eterno sueño…

 Alejandro Álvarez


Verdades:

Cielo y tierra no son nada,
si tus ojos y labios no tengo.

Lunas y mares no son nada,
si tus miradas y besos no siento…

Adrián Corrales


El amor imposible...

Ángel negro de alas rasas,
llévame contigo.

Hazme volar a la inmensidad.

No me dejes cruzar esa luz profunda
que ciega mis ojos a la verdad.

Llévame contigo
y arrópame junto a tus alas.

Ángel negro de alas rasas,
sálvame de esta tempestad.

Rocío Lobatón



Amor y muerte...

Y en el cementerio lo enterraron
con una emotiva inscripción:

“Aquí yace el desdichado
que no pudo poner freno
a la peor adicción: el amor”.

Jesús Somonte


Amor filial...

Eres tú quien me enseñó
que el amor no es una broma,
que la vida es un regalo,
que me quieres y me adoras.

Hace diecisiete años,
me cogiste entre tus brazos
y ahora que ya soy mayor,
me consuelan tus abrazos.

Mónica Escamilla




El amor: "La savia de la vida"

Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera.
cuando la nieve destila
y baja por la ladera,
desde las más altas cumbres
hasta las verdes praderas.

Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera,
cuando asciende ya la savia
por las leñosas veredas,
desde la raíz profunda
hasta la rama altanera.

Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera,
cuando germinan las flores
y las hojas ya verdean
y lo cantan las cigarras
y las aves ya aletean.

Pensaba yo que el amor
es cosa de primavera.
Pero pobre amor aquel
que en verano amarillea,
que en otoño no da fruto
y que, con frío, hiberna.

Ahora creo que el amor
no es cosa perecedera,
que es lo que me dio la vida
y lo que hizo que creciera;
que es la savia que alimenta
a toda la vida entera.


Miriam Benito

Texto: Miriam Benito. Dibujo: Sonia Benito




Este poema ganó el concurso colegial de ese curso y también un premio del Concurso Miguel Hernández, convocado por el Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid.





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La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.