A todos los que aman la poesía
A lo largo de muchos cursos escolares animé a mis alumnos a amar la poesía: a sentirla, a saborearla... a escribir versos.
Durante el curso 2006-2007 montamos un recital sobre el amor, titulado "Es el amor que pasa", a partir de otro que habíamos realizado años antes, pero con muchas novedades.
La más importante fue que los alumnos de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato escribieron muchos poemas sobre un tema que les inspiraba de forma especial. Fragmentos de algunos de esos poemas fueron introducidos en el recital, al lado de los de los grandes poetas.
La más importante fue que los alumnos de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato escribieron muchos poemas sobre un tema que les inspiraba de forma especial. Fragmentos de algunos de esos poemas fueron introducidos en el recital, al lado de los de los grandes poetas.
Hoy quiero recordar algunos de aquellos versos para que tengan luz propia y salgan del papel en el que quedaron recogidos.
Que vuelvan al escenario...
¡Silencio! ¡Es el amor que pasa! Bécquer
Poesía
Eres
cauce borboteante
del surtidor
del pensamiento.
Eres
fruto que nace
a la
ribera del sentimiento.
Eres
tú, Poesía,
sultana
de esta vida-cuento.
Eres
tú, alma mía,
lámpara
mágica de mis deseos.
Por ti
escribo.
Por ti
sentiré y siento que vivo.
Y si
falleces, Poesía,
yo moriré
contigo.
María Luz Jurado.
Recital "Es el amor que pasa.. ", curso 2006-2007
Mientras
el amor siga pasando a nuestro lado y
aprendamos a atraparlo en nuestro interior, llenaremos la vida de música y
poesía y todos nos sentiremos un poco poetas. (Del guion del recital).
El
amor, motor del mundo...
No soy
grito, soy aliento.
ni
tortura, ni tormento.
Soy
canción, soy tu sueño,
soy
amor.
Tu compañero.
Ruth
Domínguez
Sentimiento que anida en el alma, que llena cuerpo y espíritu...
El amor
es algo raro
que da
vueltas cual la vida
y aunque
tú no lo sepas
está actuando
a escondidas.
Son
extraños sentimientos
los que
notas por tu cuerpo
ardores,
escalofríos,
vas sintiendo
en tus adentros.
Ignacio Campillos
Algo
que supera a la muerte y la trasciende...
No veo
ningún motivo
para seguir
estando aquí,
ascenderé
al limbo
y te
estaré esperando allí.
Fernando Riera
Una
sonrisa ilusionante que inunda el rostro el rostro del amante y lo llena de luz...
Cuando
pienso en tu sonrisa
un lucero
se aparece,
que me
dice que por siempre
tú serás
mi luz naciente.
Celia Corbacho
Una
libertad encarcelada...
Prometo
cuidarte, yo seré tu propio esclavo.
Prometo
serte fiel, como buen enamorado.
Eric Martín.
Un
fuego abrasador…
Un
intenso deseo
de conocer
este fuego
dota a
mi vida de sentido.
Enzo Taza
Un
sentimiento que necesita ser compartido...
Si el
amor que sientes lo ocultas
y lo
guardas en silencio,
empezarás
sintiendo frío,
pero acabarás
viviendo un infierno
que empezará
helándote el alma
y te
acabará destrozando por dentro.
David Infestas y Sergio Casillas
Un
sentimiento que inunda la naturaleza...
El aire
ardiente solo es un fresco ungüento.
La
arena sacudida… rocío color cereza.
María Luz Jurado
Desengaño amoroso...
Tú, infinito como el espacio que nos separa.
Infinito. Como el dolor que causas.
Tus días y tus noches
no se acordarán más de mí,
y tu mente me borrará…
como el mar borra las huellas de la playa.
Katia Basurto
Amor
desolado y amargo...
Lloré
lágrimas de tinta
cuando vi
que se marchaba,
cuando vi
que la perdía.
Pregunté
al viento por ella,
pero nadie
contestaba.
Nadie
respondía.
Edgar Parra
Amor
que lastima y mata...
Manos
que me despertaban de mi mágico mundo,
Manos que
me recordaban que yo era su esclava,
Manos que
me enseñaban que no valía nada.
Manos…
¡Malditas
manos!
Moradas
heridas en la espalda.
Negros
ojos…
Sangre
por la cara…
Manos
que no descansaban…
Laura Benito
Amor que funde el tú y el yo...
Amor que funde el tú y el yo...
Yo solo
quiero soñar lo que tus ojos me pidan.
Soñar,
sintiendo tu sonrisa; volar, pegada a tu piel.
Sentir
muy cerca tus labios; morir con el amor que me des.
Sentir
a tu lado siempre, morir de gusto, gozar…
Si tú
eres mi sueño en vida…
Amor apasionado...
Robadme
el aire que respiro.
Robadme
el agua que calma mi sed
Robadme
todo… Yo le quiero a él.
Amparo
Quintana
Amor
idealizado...
Te pido
que si acaso ves que el viento llora
le
susurres estas palabras que me eleven hasta el cielo:
“No me
olvido de quererte,
de
olvidarte no me acuerdo,
le
hablaré al sol para verte,
y a la
muerte si te pierdo”.
Carmen
González
El primer amor...
Cada vez que me abrazas
me vibra el alma.
Cuando agarras mi mano,
siento que vuelo.
Y entre besos y abrazos
digo: “Te quiero”.
Daniel Cantarero
Amor
desesperado...
Fría
como el hielo
tu
mirada me atraviesa el corazón,
afilada
como una espada,
que a
su paso no deja
más que
sufrimiento y dolor.
Frías
como el hielo
son
nuestras palabras,
antes
sinceras y claras,
ahora
frías y amargas.
Patricia
Torres
La
fidelidad amorosa...
Mentiras:
Salió
un susurro de sus labios
y
secretamente suspiró un “tequiero”
Le
siguió un abrazo,
luego
un beso…
Se
fundieron en un eterno sueño…
Alejandro
Álvarez
Verdades:
Cielo y
tierra no son nada,
si tus
ojos y labios no tengo.
Lunas y
mares no son nada,
si tus
miradas y besos no siento…
Adrián Corrales
El amor imposible...
Ángel
negro de alas rasas,
llévame
contigo.
Hazme
volar a la inmensidad.
No me
dejes cruzar esa luz profunda
que
ciega mis ojos a la verdad.
Llévame
contigo
y
arrópame junto a tus alas.
Ángel
negro de alas rasas,
sálvame
de esta tempestad.
Rocío
Lobatón
Amor y muerte...
Y en el
cementerio lo enterraron
con una
emotiva inscripción:
“Aquí
yace el desdichado
que no
pudo poner freno
a la
peor adicción: el amor”.
Jesús
Somonte
Amor filial...
Eres tú
quien me enseñó
que el
amor no es una broma,
que la
vida es un regalo,
que me
quieres y me adoras.
Hace
diecisiete años,
me
cogiste entre tus brazos
y ahora
que ya soy mayor,
me
consuelan tus abrazos.
Mónica
Escamilla
El amor: "La savia de la vida"
Soñaba yo que el amor
Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera.
cuando la nieve destila
y baja por la ladera,
desde las más altas cumbres
hasta las verdes praderas.
Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera,
cuando asciende ya la savia
por las leñosas veredas,
desde la raíz profunda
hasta la rama altanera.
Soñaba yo que el amor
es cosa de primavera,
cuando germinan las flores
y las hojas ya verdean
y lo cantan las cigarras
y las aves ya aletean.
Pensaba yo que el amor
es cosa de primavera.
Pero pobre amor aquel
que en verano amarillea,
que en otoño no da fruto
y que, con frío, hiberna.
Ahora creo que el amor
no es cosa perecedera,
que es lo que me dio la vida
y lo que hizo que creciera;
que es la savia que alimenta
a toda la vida entera.
Miriam
Benito
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