martes, 25 de enero de 2022

Pregón 75 aniversario de la Obra Salesiana de Santo Domingo Savio (Madrid)

Pregón pronunciado por Margarita Álvarez Rodríguez (profesora del Colegio Santo Domingo Savio de 1976 a 2017), con  motivo de los actos de celebración del 75  aniversario de la creación de esta Obra.  

Madrid, 21 de enero de 2022


     



    No es posible un trabajo educativo sin esta maravillosa motivación, este estupendo camino que es la alegría. San Juan Bosco.


Por la alegría, a la alegría 


De esta casa salesiana,   

con larga vida detrás,

de sus trabajos y logros,

aquí queremos hablar.

Por eso a estas palabras

nuestro pregón seguirá,

que proclame aniversario, 

que vamos a celebrar…




75 ANIVERSARIO, porque 75 años se van a cumplir  desde aquel  febrero de 1947 en que don Rómulo Piñol llegó  a este barrio  como capellán de las Salesianas  de la calle  Emilio Ferrari. Ellas   lo animaron a  ocuparse de aquellos grupos de   chicos que vagaban por este lugar sin rumbo.  Volvamos la vista a aquel pasado lejano y a aquel descampado  en el que   

entre vacas y caminos, 

entre barro y entre cardos, 

en el hambre y la negrura 

de un Madrid atribulado, 

corrían unos chavales 

con un futuro velado…


Primera mirada  (años iniciales)

Aquí a mano tenemos un maravilloso catalejo. Cojámoslo  y dirijámoslo  75  años atrás… Ya está enfocado… Entre  cardos y arbustos vemos, aquí y allá, cómo  aparecen algunos chicos que corren, gritan, se pelean y  alguno, tal vez,  maldice su suerte.  También vemos llegar a   un intrépido sacerdote salesiano, de unos 30 años, con su sotana hilvanada de sueños.  Parece que es  de origen catalán  y que  se llama  Rómulo Piñol. Su dinamismo y su arrojo le impiden  darse cuenta de que en este  momento  las sotanas inspiran respeto y temor, pero difícilmente  afecto. 

El barrio lo recibe como una bendición, porque,  por fin, llega hasta aquí alguien que cree en los sueños y puede orientar a estos chavales que carecen de proyecto vital. Un grupo de ellos comienza a estar a su lado este segundo  domingo del mes de julio de 1947, cuando, al  acabar la misa, les cuenta una historia. Una historia que los atrapa. Así nace  un lugar de educación, de acogida,   de afectos: el llamado  Oratorio festivo del Venerable  Domingo Savio. Lo inauguran el 15 de agosto en un pequeño solar.  Nuestro catalejo nos deja ver nítidamente a doce muchachos, que no tienen futuro, porque  les han robado el presente; doce chicos, como doce apóstoles, que son arrastrados por las palabras amables de don Rómulo, por su entusiasmo, por su vida… Y por   unos  balones de trapo inflados con el viento de las    ilusiones,  unos balones que son   como el símbolo del mundo, de un mundo con muchos jirones, pero de un mundo que podrían coser y  llegar a amar. 

A través del catalejo, seguimos a Don Rómulo,  que, con su sotana arremangada hasta las rodillas y atada con una cuerda de esparto, con gesto decidido, recorre  los solares próximos buscando a chicos  para sus equipos.  Su cara rezuma bondad, alegría, ilusión… No se cansa.  La mies es  mucha…

La luz veraniega   se va tiñendo  de color otoñal  y entre las hojas doradas vemos a un grupo ya numeroso.  Contamos 70… Tal vez 80... Se mueven  con bullicio, con alegría…  Y vienen hasta aquí porque saben que hay un sacerdote que  los ama y sabe gastar horas y horas para hacerlos felices.  Para él educar es cosa del corazón  y el patio es su  biblioteca y su cátedra.

Y es que a este sacerdote y a sus catequistas un Juan Soñador, inspirado en la dulzura de san Francisco de Sales, les ha  prestado las alas. Y están seguros de que con esas alas volarán lejos. No tienen  terreno, no tienen  edificio, no tienen  aprobación de las autoridades, pero nada es imposible iniciado ya el vuelo. Y los salesianos saben mucho de  sueños, de  alegría. Y saben cómo compartirlos.

En  un barracón traído del puerto de Bilbao, con ayuda  de   bienhechores, en 1948 comienzan las clases para niños a partir de siete años. Y para que esta Obra se parezca más a la  de Don Bosco,  don Rómulo va a tener a su mamá Margarita, en su  madre, Teresa, y  a su Domingo Savio, en la persona del preadolescente Paquito Pulido, que muere en 1950. Tendiendo un poco la vista hacia adelante, vemos que en 1953 se comienza  a edificar parte de lo que será el complejo actual y llega la primera comunidad salesiana. El llamado ahora Oratorio del Beato Domingo Savio se inaugura, de manera oficial, el 31 de enero de 1954.  Y, a partir de entonces,  el proyecto de aquellos salesianos crece y crece…



Segunda mirada (años de la Transición)


Parece que nuestro catalejo se empaña. Tras su cristal oscurecido  pasan  los días de   más de 25  años… Al limpiarlo y enfocarlo de nuevo, vemos cómo se van borrando las imágenes anteriores y aparecen otras más modernas. Un  calendario de María Auxiliadora que cuelga en una pared  nos sitúa en 1976.  Estamos  en tiempos de incertidumbre y de esperanza. Las llamadas ahora  Escuelas Salesianas Santo Domingo Savio han crecido mucho y están ubicadas en una calle  que se llama, desde 1964, Santo Domingo Savio. Observemos  cómo entran y salen los alumnos… Queremos contarlos: cien, doscientos, quinientos,  mil… Perdemos la cuenta…  ¡Pero solo vemos chicos!  Chicos que ya no llegan con una enciclopedia y   un cabás,  sino con sus mochilas a la espalda, cargadas de libros y de ilusiones.


Época de zapato y pantalón campana

 De aquellos chicos que iban en alpargatas, a estos que van con zapatos y con pantalones campana. Donde estaban aquellos cardos, han crecido los postes que sustentan las canastas; donde estaban aquellas piedras en que tropezaban los chicos de don Rómulo, se han levantado los muros sólidos de varias edificaciones; donde había prados embarrados, ahora hay un patio hormigonado; donde había unas  pelotas de trapo, ahora botan balones de tipos diversos…


En los patios y el campo de fútbol  compiten  los equipos del Club Deportivo DOSA, un club abierto al barrio, que se crea en 1965, aunque, en realidad, existían equipos DOSA desde los años 50.  Prestemos atención: parece que oímos las voces de Vitorino del Álamo, animando a sus jugadores de voleibol. Oímos también música, risas y aplausos que proceden  del salón de actos;  ruidos y gritos de la sala de juegos… 


Vitorino y su equipo de voleibol


Están cambiando muchas cosas, pero los espacios salesianos siguen  llenos  de alegría. Ya se ha celebrado el 25 aniversario de la Obra. Dos recuerdos lo atestiguan: una placa dedicada a don Rómulo y, en medio del jardín, un monumento a santo Domingo Savio, nuestro santo, ese  adolescente, canonizado en 1954, que hacía consistir la santidad en la alegría.

Nuestra mirada se dirige ahora  a una antigua y amplia   aula de dibujo, escondida en el primer piso, que  se ha transformado  en  iglesia  y convertido en la Parroquia de Santo Domingo Savio, en 1967. Es austera,  pero desarrolla una gran actividad pastoral y social en el barrio. Con niños, con adultos, con  ancianos… Es la casa de todos. En ella aún resuenan las palabras de don Modesto Conde Bustillo y  el recuerdo de sus buenas obras.

Soñaba don Rómulo con un pequeño oratorio y aquí vemos una gran obra. Sus sueños se han convertido en realidad. Muchas y luminosas aulas… Laboratorios… Amplios y bien dotados talleres de Formación Profesional.  Una cafetería como lugar de encuentro y de bocadillo. Y, siempre,  el trabajo silencioso de mucha gente…

Desde la calle nos llega un  canto:   “Libertad, libertad, sin ira, libertad”.  Por aquí dentro anda ahora un director, Javier  Serna,   que está dispuesto a “romper  las costuras de un tiempo viejo” (Fco. Rodríguez del Coro). ¡Con qué ilusión cada sábado personas de la casa y del barrio llenan el salón de actos para disfrutar del innovador cinefórum que con tanto mimo prepara!  Otra  gran proyección  al barrio de esta obra salesiana.

Curso 1977-78. Don Javier Serna (director), primero por la izda, don Blas Martín,
de pie al lado de la pared, y otros profesores.

Se habla de transición. Transición en la política, en la música, en la vestimenta (de la sotana a la ropa de calle), en la educación… Transición  en  la forma de dirigir un centro educativo.  Transición de lo masculino a lo femenino (tuve el honor de ser la primera profesora contratada en enero de 1976).  Las mujeres vamos  allanando el camino… la pedagogía se va modernizando. ¿Pero cuándo llegarán las alumnas?  Aún no podemos vislumbrarlo, pues  nuestro catalejo se vuelve a empañar…

Tercera mirada (año 2000)

Limpiémoslo y enfoquémoslo de nuevo. El calendario de María Auxiliadora señala ahora el   año 2000. Con el nuevo año ha llegado  la noticia de la muerte del fundador en Barcelona. Desaparece don Rómulo, pero su  Obra  cobra cada vez más fuerza. Dirijamos ahora  nuestro catalejo hacia  patio… Como siempre hay bullicio. Botan los balones, se oyen voces… Pero algo sustancial ha cambiado. Observamos a un buen grupo de chicas que charlan en corro.  En una foto escolar de 1991, expuesta en el pórtico, aparecen como las primeras  alumnas  de  Primaria. Y, ¡oh casualidad!, son doce, como los primeros doce chicos del año 47. Ahora  lo de educar para ser buenos cristianos y honrados ciudadanos hay que hacerlo también en femenino.

Dirijamos también el catalejo al interior de un aula.  Allí se encuentra  una profesora impartiendo una clase. Hay cercanía. Chicos y chicas se dirigen a ella por su nombre. Se mueve entre el alumnado. ¡Ya no hay  tarimas! El aspecto exterior de la edificación no ha cambiado mucho…  Pero sí han cambiado los planes educativos y la organización interna. Se habla de aprender a aprender. La parroquia continúa con su amplio trabajo pastoral y social. El Centro Juvenil Savio reúne a los escolares los fines de semana para realizar actividades lúdicas que prolongan la labor educativa. Vemos también a personas adultas que asisten  a distintos cursos  del INEM o de otros organismos. La excelente Formación Profesional del centro se convierte en un referente para la formación de desempleados.  Se ha creado una bolsa de trabajo  y se incrementa la relación con las empresas.


         Se ha pasado   del ciclostil  a la fotocopiadora  y al ordenador. Y  se ha impuesto definitivamente  el lenguaje de las  siglas.


25 aniversario de la creación del Centro Juvenil Savio (2017). Grupo de animadores

 

Cuarta mirada (año 2022)


Y nuestro catalejo vuelve a oscurecerse… ¿Estará fallando? No. Ya vuelve a funcionar, porque  vislumbramos nuestro calendario guía,  que  señala ahora  el 21 de enero de 2022. Podríamos parecer ridículos, en la era  internet, con este aparato que parece la prehistoria del dron. Pero no. Nuestro catalejo ha sido la mirada de la memoria, de la memoria a pie de Obra.  Y  aún nos falta echar una ojeada al siglo XXI  que ha cambiado mucho esta casa de Santo Domingo Savio. En el patio se ha levantado una nueva iglesia, inaugurada  el año 2002.  Una iglesia  del siglo XXI, luminosa y colorista, con  un Cristo que extiende los brazos y tiende las manos, en actitud de acogida, lo mismo que  un cuadro de Domingo Savio, el santo adolescente, que también camina hacia nosotros… (Ambos  obras de Enrique Herencia, salesiano de la casa). Pero algo sigue allí inmutable: la imagen de María Auxiliadora, porque en una casa salesiana Ella lo ha hecho  todo, como decía Don Bosco… Esa imagen de  la iglesia y la   foto de los calendarios   han sido siempre un signo de identidad salesiana.


    

Iglesia actual


Y en aquel lejano campo de cardos se ha levantado también  un espléndido polideportivo en  2009. Y hay que sumar otras muchas obras de ampliación  y reforma. Un pórtico grisáceo se ha llenado de colorines. La ingenuidad, la risa, los juegos de la Educación Infantil nos traen  un soplo de aire fresco. Niños que pasarán por Primaria, ESO, Bachiller o FP, que cumplirán  en el centro la mayoría de edad  y saldrán camino de la Universidad o del mundo laboral.  Una larga trayectoria  de formación académica y técnica de calidad  y certificada, que, completada con una gran  formación humana,  ha regalado a la sociedad grandes profesionales en campos diversos, incluidos el arte y el deporte.  Miles de  antiguos alumnos y alumnas que, muchos años después,  siguen repitiendo: “Yo estudié  en  Santo Domingo Savio”. Más de 1400 forman el alumnado actual, atendidos por  130 personas, entre personal docente y de servicios,   un capital humano que es un auténtico tesoro en este Colegio Salesiano Santo Domingo Savio. Simbolizando a todas las personas que han participado en esta larga tarea educativa, tenemos la suerte de  seguir contando con don Blas Martín, colaborador de don Rómulo y profesor durante muchos años… 

 En resumen, de aquel pasado de 1947 a  este presente de 2022: 75 años. Y siempre transitando por los caminos de la alegría, educando en la fe, para  la vida y   la ciudadanía: no ha cambiado la esencia. Entonces había esperanzas y sueños; ahora hay esperanzas y sueños… Entonces había una escuela, una iglesia y un hogar;  ahora hay un gran centro educativo, una moderna iglesia y, siempre, una actitud de acogida.

Actitud de acogida: 2018, grupo de antiguos alumnos de principios de los años 90
reunidos con motivo de los 25 años de su salida del centro

Frente  a las órdenes religiosas serias, silenciosas… los salesianos nacieron como  una orden alegre y de pie de calle,   que ha buscado siempre  la inserción social de la juventud, desde la cercanía afectiva. Su fundador, san Juan Bosco, un gran pedagogo, es el patrón de toda la Formación Profesional y el inspirador del  trabajo de los salesianos. Nadie ha podido  crear mejor proyecto educativo que su sistema preventivo: prevenir, no castigar… 75 años aquí,  en el barrio de Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal), un barrio que no se entendería sin la presencia de los salesianos. Una presencia que va de don Rómulo Piñol  a don Manuel de Castro, en la dirección general. Y, en medio, otros muchos directores: Esteban Ruiz, Blas Calejero, Santiago Martínez, Florencio Martínez, Emilio Hernández, Javier Serna, Manuel de Castro (primera etapa), Jesús de Vega, José Sánchez, Mariano Sáez, José Antonio Zazo, Manuel Aparicio,  Miguel Sánchez y Esteban Tapia. Presencia que se extiende de   Miguel Rivilla, a Álvaro Ginel, en la parroquia. De Luis Díez, a Deogracias González, en el Club Deportivo DOSA. De Julio Díez,  a Roberto González, en el Centro Juvenil…  Gracias a todos ellos y otros muchos responsables de estas secciones de la Obra, que no citamos por no ser prolijos, estamos celebrando este 75 aniversario.   Y  gracias también a la labor callada  de muchos cientos de seglares, la gran familia salesiana,  que han trabajado codo con codo con los religiosos en este lugar, ilusionados por el mismo proyecto.

Unidos, hemos caminado  de  una ilusión (1947) a  una certeza (2022). De la era de la pizarra de losa, a la de la pizarra digital… De las pobres alpargatas, a las  deportivas de marca. Hemos viajado del pasado al presente; de un cura con sotana, a muchos religiosos y laicos que siguen trasmitiendo gozo y alegría en educar.

De una ilusión, a una certeza
Arriba: años iniciales. Abajo: año 2015 bicentenario nacimiento de Don Bosco

Con este pregón iniciamos la celebración  oficial de los actos del 75 aniversario de esta casa,   dispuestos a poner en  cada uno de ellos empeño e ilusión. Disfrutemos de ese largo  pasado tan  fructífero. Disfrutemos de este espléndido presente. Disfrutemos creando nuevos sueños que proyecten el buen hacer   hacia el futuro. Disfrutemos de todos los actos programados con motivo de este aniversario. Sigamos caminando  por ese camino que viene  de la alegría, transita  por la alegría y va a la alegría. Y guardemos el catalejo de la memoria, tal vez haya que volver a ponerlo a punto, aunque sea ya un objeto de museo,  cuando se vislumbre el centenario.

De años setenta y cinco

hoy pregonamos la fecha,

revestida de alegría

para celebrar la nueva.

Con un presente brillante

y un pasado de solera

esta Obra salesiana

la celebración comienza…

 ¡Viva la Obra Salesiana de Santo Domingo Savio!

Pregonera: Margarita Álvarez Rodríguez

Fragmento  de la intervención:


Vídeo institucional e himno del 75 aniversario

Vídeo:


Himno: "Soñando con Don Bosco", compuesto por Tono Casado



Actos

Programa actos 75 aniversario


Nota 
Mi agradecimiento a la Congregación Salesiana y, de manera especial al director del Colegio Santo Domingo Savio, don  Manuel de Castro,  por haberme encomendado la elaboración de este pregón, y a don Joaquín Torres y a otras personas que me han aportado información histórica para la elaboración del mismo.

Margarita Álvarez Rodríguez

Galería de fotos

Don Manuel de Castro, director general de Santo Domingo Savio


Rector Mayor, Inspector y otras personas intervinientes


Público asistente al acto del pregón


Cuadro de santo Domingo Savio, conmemorativo del 75 aniversario,
colocado en la pared exterior  del salón de actos

Patio. al fondo el pabellón de Infantil y Primaria y polideportivo


Campo de fútbol, iglesia y polideportivo


De una ilusión, a una certeza


Proceso de construcción y vista aérea actual

     En 2015, con motivo del bicentenario del nacimiento de Don Bosco,  don Esteban Tapia, 
    director  del colegio, me invitó a plantar  este árbol conmemorativo.  
    Para mí es  "el árbol de los sueños"


6 comentarios:

  1. Hola, Margarita. He leído el Pregón con emoción y, estoy segura, san Juan Bosco estará orgulloso de él. No bien encuentre abierta la parroquia de San Carlos y María Auxiliadora tomaré foto del altar de Domingo Savio, un santo niño muy cercano, que te enviaré. Los Salesianos hacen una obra importantísima en favor de los niños y jóvenes. Aquí los días viernes mis hijas colaboraban en el Oratorio...en fin, que el Instituto María Auxiliadora ha sido su casa desde los cuatro hasta los dieciocho y así habrás visto pasar a tus alumnos... Te mando un abrazo

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    1. Gracias, Nieves, por tus palabras y por formar parte de esa gran familia salesiana. Es verdad que educar con el corazón y hacer consistir la santidad en la alegría como proponía Don Bosco es un gran proyecto educativo que trasciende a ese gran océano que nos separa. Es verdad que los salesianos son una orden de pie de calle, como decía en el texto. Un abrazo desde la alegría.

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  2. Buenas tardes:
    Encuentro por casualidad este maravilloso blog tuyo, que me emociona por un doble motivo: mi interés por el lenguaje, por las palabras, que son la materia de la que están construidas las ideas (¿De dónde me vendrá la afición?), y por el cariño que me une al Colegio Santo Domingo Savio, al que estuve ligado durante mucho tiempo. Allí pasé todos los años mi etapa escolar, de primaria a bachillerato y unos cuantos más en la Asociación de Antiguos Alumnos, muy activa entonces, dinamizadora del barrio, con el Cine Club, el teatro y los equipos deportivos. Y a dónde, muchos años después, iba a pasear por sus pórticos cuando necesitaba un momento de sosiego y reflexión.
    Yo fui, uno de esos chavales que esperaba con emoción la llegada de esa profesora de lengua que, que según nos había adelantado Pepe Gangoso a los más allegados, era listísima y preparadísima. Aunque hay que reconocer que, para unos adolescentes de dieciséis años, que salíamos de una época en blanco y negro, no era un buen curriculum lo que más expectativas generaba.
    Muchos años después, mi hija Isabel, también alumna de Sto. Domingo Savio, tenía que preparar una poesía para un trabajo de lengua. Rebuscaba en los libros de casa alguna que pudiera ser adecuada para causar buena impresión. Yo le dije: Escoge la Elegía a Ramón Sijé que con esa tienes ganada a Margarita. ¿Cómo lo sabes? Me dijo. Naturalmente no me hizo caso, como corresponde a la edad. No era mi intención que mi hija jugara con ventaja, sino reconocer de algún modo que, treinta años después, permanecía en mí el recuerdo de la emoción que trasmitías al leernos aquellos versos:
    A las aladas almas de las rosas
    del almendro de nata te requiero,
    que tenemos que hablar de muchas cosas,
    compañero del alma, compañero.

    No es frecuente que un padre y una hija tengan la misma opinión de algo, pero los dos coincidimos en que fuiste una gran profesora (según me dijo una vez, la mejor que ha tenido).

    Yo fui uno tus primeros alumnos, mi hija una de los últimos, Estoy seguro que, entre medias, cientos de alumnos, han quedado impregnados de tu amor a las palabras y a la poesía.

    Muchas gracias!

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras. No te puedo llamar por tu nonbre porque tu comentario aparece como anónimo, Espero que haya respuesta y me lo añadas, porque como se me dieron varios casos de ser profesora de padres y de hijos, puedo confundirte con otra persona. Realmente eso que me dices me emociona. Emocionante es dar clase a dos generaciones de la misma familia y más aún que las dos guarden grato recuerdo. ¡Y qué poco sabía entonces aquella profesora "preparadísima" en relación con lo que fui aprendiendo después en mi larga via profesional! Si dejé amor por las palabras y por la docencia, ya me siento muy gratificada. Me he sentido querida y respetada, y para un docente esos son los mejores regalos... Y mantener amistad personal con muchos alumnos míos de mis comienzos es como algo mágico.

      Me alegro de que te llegaran aquellos versos de Miguel Hernández. En el año 2010, con motivo del centenario, preparamos un recital precioso sobre su poesía... Y muchas generaciones de antiguos alumnos, cuando volvemos a encontrarnos, me recuerdan su curso diciéndome: "Yo soy del recital de...". Y ahí siguen muchos títulos de recitales.

      Tu hija y tú habéis sido la apertura y el cierre de mi vida profesional, de una vida enmarcada en los sueños y en la alegría de Don Bosco. Un abrazo a ambos.

      Te dejo un correo por si quieres contactar conmigo de forma más personal: margaritadosa@gmail.com

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  3. Margarita, muchas gracias por publicarlo.
    Me emocionó escucharlo el viernes en el acto del colegio. Lo he vuelto a leer aquí, acompañado además de imágenes y de ese vídeo tan emotivo con la presencia de Blas.
    Has contado la historia de nuestro colegio con el cariño de quien lo ha conocido muy bien, después de tantos años trabajando para los jóvenes con la pedagogía de Don Bosco.
    Nos recuerdas la alegría del camino a los que aún seguimos aquí.
    Me traes muchos recuerdos de los años que hemos compartido, los recitales de poesía, tus discursos de despedida en graduaciones o jubilaciones, el compañerismo y la amistad.
    Precioso pregón, ¡enhorabuena!

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    1. Muchísimas gracias, Ana. Es fácil poner emoción a algo cuando se ha vivido, aunque tabién ha costado darle forma para que rezumase esa vida y emoción. Trabajar mirando en la misma dirección ayuda a crear sueños y a ponerlos en práctica para luego crear los siguientes... Y siempre por el camino de la alegría. Me he llevado mucho de Santo Domingo Savio: educar con el corazón en medio de personas de las que he recibido mucha gratitud y de las que sigo recibiendo amistad y reconocimiento. He aprendido mucho de todos. Un abrazo.

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La Recolusa de Mar por Margarita Alvarez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.