Mientras el cielo se teñía de color anaranjado y las nubes grises inundaban el paisaje desolado de su alma, aquella mujer buscaba un camino de esperanza y vida. Por eso, a pesar del miedo, cantaba. Cantaba para que el niño que arrastraba de su mano no percibiera el estremecimiento de la guerra. Cantaba...
Cantaba y cantaba, porque el sonido de su canto combatía el estruendo y el terror que le producían las bombas. Al oírla, las demás madres, desde la hilera de la huida y la soledad, se fueron uniendo a su canto. Y así, un eco unánime, del que se desprendían, como si fueran níveas palomas, las notas musicales, se fue extendiendo por el mundo y tiñéndolo de blanco.
Era la sinfonía de la paz.
Emocionante texto que hace reflexionar....una sinfonía por la Paz, que deberíamos cantar toda la humanidad, No a la Guerra, Si a la Paz. Gracias Margarita por éste maravilloso texto
ResponderEliminarMuchas gracias, Faly. Escribir también es una forma de combatir contra esta guerra... Un abrazo de paz.
ResponderEliminarOjalá esté abrazo de paz, ese canto, llegará a las mentes adormecidas y cegadas por el poder, la ignorancia y el odio. Gracias por compartir
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por dejar tu comentario. Un abrazo de paz.
EliminarBello, Margarita, muy sentido... Sé por los padres de mi esposo, cuánto ha sufrido Ucrania con los invasores y es doloroso ver qué el tiempo ha pasado en vano. Gracias! Un abrazo
ResponderEliminarConocer el caso de primera mano provoca aún más sufrimiento. Un abrazo de paz.
EliminarVivimos tiempos muy oscuros,ojalá encontremos alguna manera de teñirlos de blanco.
ResponderEliminarOjalá. Los que no tenemos otra cosa usamos la palabra. Un abrazo de paz.
EliminarExcelente Margarita. Espero que el sucesor de Stalin se quede quieto, aunque lo dudo con la jarca que tiene detrás. Sospechábamos que las guerras ya no serían en Europa y estábamos equivocados.
ResponderEliminarSuerte
Carlos Junquera
Las mentes locas y perversas no desaparecen del mundo. A ver si la palabra vence a la guerra. Un abrazo de paz.
EliminarPidamos que el mundo entero entone un canto de paz, tan alto que resuene en las conciencias y paren las guerras.
ResponderEliminarSe van a necesitar muchas voces y que haya oídos receptores... ¡No a las guerras!
EliminarYo creia que el daño causado por la pandemia daría paso a años de tranquilidad, pero me equivoqué, no tuve en cuenta que cuando los locos tienen el poder, ni los mas bellos cantos impiden sus locuras. Muchas gracias Margarita. Un abrazo.
ResponderEliminarAun así, es mejor que sigamos usando la palabra y la música que otro tipo de armas. Vivimos tiempos muy convulsos. Que no nos quiten las ansias de paz. Un abrazo, Fuencisla.
Eliminar