Y la memoria se hace palabra
para María Antonia Megido García
Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca. José Hierro.
Entre el dolor y la emoción escribo estas palabras para ti, María Antonia. Un 20 de diciembre (con un día de retraso) nos llega de forma brusca la noticia de tu muerte, que se presentó de forma inesperada y traicionera. Y me vienen a la mente aquellos versos de Alberti : “No tuviste tu muerte, la que a ti te tocaba / malamente a sabiendas equivocó el camino”. Y los de Miguel Hernández: “Temprano levantó la muerte el vuelo / temprano madrugó la madrugada”.
Hasta hace pocos días manteníamos contacto contigo, gozabas de buena salud, hacías planes, realizabas
viajes… Algunos los hemos compartido
tras nuestras jubilaciones: Escocia, Castillos del Loira (con Beatriz y con Ana
y nuestros esposos). Y aquel a Sicilia, que hicimos sin ti, porque imponderables de última hora lo impidieron. Otros se quedaron
pendientes… Pero si algún día los realizamos, ten por seguro que te enviaremos una crónica a la inmortal morada.
Han pasado varias décadas, desde que nos conocimos, pero conservabas el mismo aspecto, siempre moderno y dinámico, y el mismo corte de pelo que llevabas cuando estudiábamos Filología, en la Universidad de Oviedo. en aquellos tiempos convulsos del final del franquismo Tu voz cantarina, tu risa clara eran puentes que tendías hacia tus amigos… Eran puertas que indicaban que tu casa y tu amistad estaban abiertas para los que nos acercábamos a ti.
Hace pocos días había hecho planes contigo para una posible presentación de mi libro en Oviedo. Sé que te estaba prestando leer mis Palabras hilvanadas… Me decías hace pocos días: "Desde el prólogo atrapa. Un libro para leer, releer y consultar. Admiro tu capacidad de investigación y documentación". Y me asegurabas que harías una reseña... Pues en esas palabras estabas haciendo esa reseña, sin saberlo. Mi gratitud. Son para mí palabras hilvanadas de amistad.
Me resulta difícil hoy encontrar algo adecuado para que te acompañe en el viaje. No querías
flores, pero permíteme que estas palabras sean como
las pétalos de la memoria… Te voy
-tus amigos te vamos- a ofrecer versos. Versos compartidos que a buen seguro te serán conocidos,
porque los hemos leído muchas veces. Para
ti, que fuiste profesora de Lengua y Literatura (catedrática), no puede haber
mejor despedida… Cuando hace mes y medio cumplías años, yo te escribí estas coplillas de felicitación
y me decías al leerlas que “celebrar la
vida en verso es un privilegio”:
Caen hojas, caen años,
es proceso natural,
pero vuelven primaveras
y la
vida bullirá.
Hay que cultivar los sueños
y nunca dejar de andar
buscando luz y belleza
en un paisaje otoñal… MAR
Pues, a
pesar de tu ausencia, queremos poder
seguir celebrando contigo la vida en “prosa” y en verso, porque nada puede la muerte contra la inmortalidad
del recuerdo… Y tu ser y tu estar permanecerán
vivos en la memoria. Te has ido, pero
permanecerás con nosotros: con tu familia, con tus amigos, con tus antiguos alumnos…
Y, dado tu carácter vital y alegre, a buen seguro suscribirías estos de Juana
de Ibarbourou, porque tus ojos, siempre expresivos, volverán a ver “la lámpara salvaje de los
ocasos rojos”.
Amante: no me lleves, si muero, al camposanto.
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente
A flor de tierra, amante. Casi sobre la
tierra,
donde el sol me caliente los huesos, y mis
ojos,
alargados en tallos, suban a ver de nuevo
la lámpara salvaje de los ocasos rojos.
Hasta siempre, María Antonia.
Francia, 2018 / Escocia, 2017 |
Muy bonito y emotivo. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarElias
Lo he escrito desde el cariño y el impacto emocional que me ha supuesto su muerte. También como un pequeño bálsamo que atenúe el dolor de todos los que la queríamos... Un abrazo para vosotros y largos años de vida para tenerla en la memoria.
EliminarAmbas estuvimos con ella no hace mucho, ni por asomo pensamos que no la volveríamos a ver.Tus sentidas palabras reflejan nuestro dolor por su pérdida mas María Antonia estará siempre viva en nuestro corazón y en nuestra memoria.¡Cuántas vivencias compartimos¡Tengo ahora todavía más presente el viaje a Japón que viví con ella.Elias, Geli, vuestra hermana era querida por mucha gente.Hasta siempre amiga.
ResponderEliminarCiertamente, Beatriz. Es una pérdida difícil de asimilar. Pero nada puede la muerte contra la inmortalidad de la memoria. Y ahí será siempre inmortal.
EliminarDe forma fortuita supe ayer mirando fb porque no respondió a un wasap, su partida. No lo puedo creer. Me habló de vosotras sus compañeras de viajes, de pasada. Yo la conocí escribiendo ambas en una web. Y otras dos personas más, de ese mismo sitio que luego cerró. Quedamos amigas y la visité varias veces en Oviedo, especialmente cuando yo asistía a la entrega de los premios Príncipe primero y luego Princesa de Asturias de las las Letras. Siempre teníamos de qué charlar. Salíamos a beber unas sidrinas y me enseñaba su Oviedo con muchas ganas y cariño. Siempre estábamos en contacto si hacíamos viajes. Con la pandemia hubo wasaps. El último fue para felicitarnos la Navidad, el 16 de Dic creo que me contestó con deseos de felicidad y buen 2022. Y como estuve fuera solo anoche, ante las dudas de otro amigo de Zaragoza, le puse un mensaje de wasap al que respondió el silencio...Es cdo se me ocurrió mirar su perfil en FB y la encontré a usted y su precioso recuerdo. Al que me uno desde Cantabria. Un abrazo muy grande a ella y a vosotras y siempre su recuerdo de simpatía, cultura, entrega y cariño. Bsss a la familia tb.
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