No puso sus zapatos en la ventana.
No tenía zapatos.
Todo lo suyo era una ventana,
sin marco y sin hojas,
abierta de par en par al mundo.
Por ella no entraron los Reyes.
Por ella sí escaparon sus sueños…
Autora: Margarita Álvarez Rodríguez
Foto gratuita: Pizabay.com
Ilusiones todas, solo le faltan medios para realizarlas, la poesia bella y emotiva
ResponderEliminarSi los niños pierden las ilusiones, mal vamos los adultos. Gracias, Paco.
Eliminar