El confinamiento
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Días largos de miradas cortas...
Miradas encadenadas que se posaban
en el
detalle de ese cuadro
que,
silencioso, siempre había estado en esa pared,
en esa
filigrana escondida
de la lana
de la alfombra que ataba nuestras
pisadas,
en ese
defecto de la pintura,
en esa raya
del parqué,
en el cristal que, piadoso, nos acercaba imágenes
de calles desiertas
y de ocasos extraviados
que no
comprendía nuestra mirada,
en filas de letras,
letras y
letras
amarradas a
las páginas de un libro,
compañero de soledades y ladrón del tiempo,
o a las teclas
del ordenador
que, golpe a golpe, trataban de romper los negros eslabones…
Miradas
interiores… Miradas confinadas.
La desescalada
Días cortos de miradas largas...
Miradas de candados abiertos y eslabones rotos.
Miradas
amplias que transitan por una calle,
por un
camino,
que se extienden a lo largo de una carretera,
que
contemplan un río
y sienten
el verdor de un paisaje,
que susurran
palabras cercanas…
Miradas que trepan por el tronco de un chopo
con sed de infinito,
miradas aladas que quedan suspendidas
del blancor de
una nube,
miradas iluminadas por los rayos de la libertad
y acariciadas por la brisa de la esperanza…
Miradas que
buscan encuentros, abrazos…
La"nueva normalidad"
Días inciertos de miradas recelosas...
Miradas
exteriores de pisadas inseguras.
Miradas distantes,
que se posan en cifras amenazantes;
que suben y
bajan por las escaleras mecánicas
y se esconden de
la mirada del otro.
Miradas que buscan al enemigo invisible.
Miradas inquisitivas,
temblorosas, expectantes…
Miradas de despedida.
Miradas arrancadas,
exiliadas del reino de la cordura.
Miradas des-concertadas,
que con ojos otoñales solo pueden refugiarse
en el color de la melancolía...
O tal vez de la rabia.
O quizá del olvido.
Del olvido en que yacen las hojas caídas
que quedan aprisionadas por la suela de una zapatilla
o que vagan sin meta en la soledad de un naufragio.
Distintas miradas que cercenan el futuro
y anclan el presente a una realidad inestable.
Texto: © MAR, 2020
Foto: © MAR y Pixabay com (primera foto)
Lo dices muy bien, desconcierto y realidad inestable. Yo añadiría futuro incierto. Un abrazo.
ResponderEliminarLe sumamos tu añadido. Un abrazo.
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