viernes, 9 de octubre de 2020

Distintas miradas

El  confinamiento

 



Días largos de miradas cortas...


Miradas encadenadas que se posaban

en el detalle de ese cuadro

que, silencioso,  siempre  había estado en esa pared,

en esa filigrana escondida

de la lana de la alfombra que ataba  nuestras pisadas,

en ese defecto de la pintura,

en esa raya del parqué,

en el cristal que, piadoso, nos  acercaba imágenes

de calles desiertas 

y de ocasos extraviados  

que no comprendía nuestra mirada,

en  filas de letras,

letras y letras

amarradas a las páginas de un libro,

compañero de soledades y ladrón del tiempo,

o  a las teclas  del ordenador

que,  golpe a golpe,   trataban de romper los negros  eslabones…

Miradas interiores… Miradas confinadas.


La desescalada 




Días cortos de miradas largas...


Miradas de candados abiertos y  eslabones rotos.

Miradas amplias que transitan por una calle,

por un camino,

que se extienden a lo largo de una carretera,

que contemplan un río

y sienten el verdor de un paisaje,

que susurran palabras cercanas…

Miradas que trepan por el tronco de un chopo 

con sed de infinito,

miradas  aladas que  quedan suspendidas

del blancor de  una nube,

miradas  iluminadas por los rayos de la libertad

y  acariciadas por la brisa de la esperanza…

Miradas que buscan encuentros, abrazos…


La"nueva normalidad"



Días inciertos de miradas recelosas...

 

Miradas exteriores de pisadas inseguras.

Miradas distantes, 

que se posan en cifras amenazantes;

que suben y bajan por las escaleras mecánicas

y se esconden de la mirada del otro.

Miradas que buscan al enemigo invisible.

Miradas  inquisitivas, 

temblorosas, expectantes…

Miradas de despedida.  

Miradas arrancadas, 

exiliadas del reino de la cordura.


 El desconcierto




Miradas des-concertadas

que  con ojos otoñales solo pueden refugiarse

en el color  de la melancolía...

O tal vez de la rabia.  

O quizá del olvido.

Del olvido en que yacen las  hojas caídas 

que quedan aprisionadas por la suela de una zapatilla 

o que vagan sin meta  en la soledad de un naufragio.




Distintas miradas que cercenan el futuro

 anclan el presente a  una realidad inestable.



Texto: © MAR, 2020

Foto: © MAR y Pixabay com (primera foto)


2 comentarios:

  1. Lo dices muy bien, desconcierto y realidad inestable. Yo añadiría futuro incierto. Un abrazo.

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